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La empresa Cerámica San Lorenzo envió ayer cien telegramas de despido, lo cual representa un tercio de los trabajadores de su planta en Azul. Justificó esa decisión a través de un argumento comercial, porque el mercado del azulejo no sería más viable desde hace tiempo. Ante un inconveniente económico de larga data, se aplicaron los despidos apenas cambió el gobierno, a la espera de que las condiciones para la reducción de la empresa ahora sean más favorables. El conflicto va a continuar en el Ministerio de Trabajo.

“A pesar de las constantes inversiones que se realizaron para dilatar la discontinuación de la línea de revestimiento de pared, hoy ya no es posible mantenerlas operando debido a una baja en la demanda de este producto por una tendencia mundial de los últimos años”, informó la empresa en un comunicado. Al parecer, el problema viene desde hace tiempo porque el mercado dejó de demandar azulejos para el revestimiento de las paredes. El año pasado, la planta estuvo parada durante seis meses. En función de ese diagnóstico, la empresa decidió dar de baja la línea de producción de azulejos. De los 300 trabajadores de la planta, echó a 100.

Fuentes de la empresa aseguran que “la línea de azulejos no se puede reconvertir. Se ha invertido dinero para reorganizarla y se hicieron promociones. Llegó un momento en que la planta tiene que producir como se debe”. El hecho es que, casualmente, ese momento llegó una vez que la situación política a nivel nacional se alineó en un sentido favorable a los despidos. El resto de la planta de Azul, unos 200 trabajadores, continúa trabajando normalmente, así como también la planta de Puerto Madryn, San Juan y Villa Mercedes, del mismo grupo empresario. La empresa aclaró que “hay un programa de retiros voluntarios que se está cumpliendo y se está pagando la indemnización legal, con un plus que se evalúa en cada caso, además de un programa de reinserción laboral”.

“Los trabajadores ceramistas defenderemos nuestros puestos de trabajo frente a los que pretenden retroceder en el tiempo y condenarnos a una vida de miseria. Convocamos a toda la sociedad a resistir el ajuste que pretenden estas empresas internacionales que se han beneficiado de las familias trabajadoreas de Argentina”, dijo la Federación Obrera Ceramista. El conflicto va a continuar en el Ministerio de Trabajo. Los trabajadores reclamaron la intervención del ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Marcelo Villegas, y del ministro nacional, Jorge Triaca.

Cerámica San Lorenzo pertenece al Grupo Etex, con sede en Bruselas, Bélgica, que cuenta con 118 plantas y 12.500 empleados en 43 países. Se suma al conflicto laboral en la avícola Cresta Roja, la textil Felsom, proveedora de la marca Kevingston y los despidos en empresas del Grupo Techint, además de los cerca de 15 mil despedidos en el sector público.