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El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, intentó ayer justificar el uso del helicóptero presidencial para trasladarse a su residencia de veraneo, el 13 de febrero pasado, tras el acto de inauguración del tramo Quilmes-Constitución del tren Roca. “No hubo un mal uso de este vehículo, todo lo contrario, estos vehículos están para eso”, declaró el funcionario.

“Viendo que el helicóptero lo dejaba al Presidente en su quinta Los Abrojos me ofreció llevarme en un viaje de aproximadamente 5 minutos o menos hasta el lugar donde yo estaba. Así se usó y así lo decidió el Presidente, eso fue lo que sucedió”, dijo Dietrich. De hecho, Mauricio Macri estaba adentro de la aeronave en el momento en que tomaron la decisión.

El ministro de Transporte fue fotografiado mientras descendía del helicóptero presidencial en una cancha de polo del country Chacras de Murray, en Pilar, junto a uno de sus hijos. Allí el ministro había alquilado una casa durante el verano y el helicóptero lo acercó para comenzar el descanso de fin de semana. Según allegados al ministro, el desvío que tuvo que hacer la aeronave en su ruta hacia Los Polvorines le costó al Gobierno alrededor de 4 mil dólares, tal el costo de una hora de vuelo en el helicóptero de la Presidencia. Además, el lugar donde descendió no tiene habilitación de la Administración Nacional de Aviación Civil.

En los últimos días, Dietrich también fue acusado de haberle pedido a la presidenta de Aerolíneas Argentinas, Isela Constantini, ser reubicado en la cabina de primera clase en un vuelo hacia Barcelona, en el cual él y su familia tenían asientos económicos. Fuentes del ministerio admitieron que el funcionario y sus acompañantes viajaron en primera, pero negaron la versión de que hubiera sido a partir de un favor de Constantini. La familia tenía originalmente un vuelo por la compañía Air France hacia París, pero a raíz de la suspensión del viaje por un desperfecto técnico fueron reubicados en el avión de la línea de bandera.