El médico pediatra Abel Albino, asesor de Mauricio Macri en materia de desnutrición infantil y famoso por sus posiciones sobre salud reproductiva conservadoras –por llamarlas de alguna manera–, tuvo ayer su bienvenida oficial al Gobierno, tras firmar un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social a través de su ONG Conin, que recibirá financiamiento para sus centros de atención a la primera infancia en todo el país. Albino, ligado al Opus Dei, había sido presentado por Cambiemos en noviembre pasado –pocos días antes del ballottage– como una de sus espadas en materia de políticas destinadas a la infancia, pero fue mandado al freezer cuando comenzaron a salir a la luz sus opiniones condenando la masturbación, el uso de métodos anticonceptivos y la homosexualidad, y a favor de la abstinencia sexual de los sectores populares. Pese al repudio que hace seis meses generó su posible colaboración con el Gobierno, ayer, sonriente, rubricó el convenio en Casa Rosada junto a la ministra Carolina Stanley, por el que recibirá fondos para el crecimiento de su fundación. “La desnutrición infantil es una enfermedad cultural propia de sitios en los que el acto sexual (...) se lo suele llevar a cabo compulsivamente, bajo los efectos de una vehemencia descontrolada e irracional que pretende la mera satisfacción de un placer instintivo por parte del varón”, es una de las ideas que el especialista volcó en su libro Gobernar es Poblar. ¿Paternidad responsable o fornicación asistida? y que despertaron la indignación de colectivos de género, de diversidad sexual, de organizaciones sociales y de asociaciones profesionales como la Asociación Argentina de Educadoras/es Sexuales (AAES).

Fruto del acuerdo, la ONG de Albino recibirá 100 millones de pesos para la apertura de 20 nuevos centros de asistencia y el fortalecimiento de otros 70, según informó Desarrollo Social. El ministerio se limitará únicamente a financiar a la fundación, sin intervenir en la metodología de trabajo, que quedará en manos de la ONG. El Estado tampoco participará en la capacitación de los profesionales que se desempeñan en los centros ni realizará auditorías. “Este convenio reconoce la metología de Conin, que ha sido utilizada durante los últimos 23 años”, festejó la ONG en un comunicado.

Tras la firma, la ministra Stanley se deshizo en elogios para Albino y su fundación: “Queremos que el trabajo que hacen y la metodología que emplean sea política de Estado”, dijo. La ministra presentó el acuerdo como parte del Plan Primera Infancia, que el Gobierno intenta mostrar como el costado de la gestión destinado a los sectores populares, los principales afectados por el ajuste. Albino, que avanzó la semana pasada en la firma de sendos acuerdos para su expansión en Salta, de la mano del gobernador Juan Manuel Urtubey, devolvió el gesto y agradeció “la decisión política” del Ejecutivo para que su fundación llegue “desinteresadamente, noblemente, solidariamente” a cada “confín de la patria”.

Consultado sobre los polémicos postulados de su libro, Albino declaró en noviembre pasado a una radio de La Plata, cuando por primera vez sonó su nombre para ocupar un lugar cerca del Gobierno, frases como las siguientes: “cuando hay promiscuidad, los niños nacen sin ser buscados, y cuando ello ocurre no son queridos”; “la masturbación es una adicción y genera angustia”; “el sexo anal es contra la naturaleza”; “la homosexualidad es un problema”; “el sexo es una maravilla que tenemos para contribuir a la obra de Dios, no para divertirse”; “el aborto es una barbaridad, un horror, una conducta indigna”.