La ex fiscal Viviana Fein dijo que “es muy probable” que Alberto Nisman haya sido “instigado o inducido al suicidio”. Esa hipótesis, explicó, surgió de un entrecruzamiento de llamados que a su entender era muy “sugestivo”, ya que mostraba comunicaciones “ininterrumpidas” durante el día de la muerte del fiscal entre los celulares de seis o siete personas, entre ellas de tres agentes de inteligencia (Antonio Stiuso, Alberto Mazzino y Fernando Pocino) y también del ex jefe del Ejército César Milani. En medio de la investigación sobre esa pista a Fein le sacaron el manejo de la investigación y luego la Cámara del Crimen directamente mandó el expediente al fuero federal. Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman, cruzó a Fein y le dijo que si tenía certeza de suicidio “lo tenía que haber puesto en el expediente”. Pero insistió con su teoría de siempre: “No hay duda de que Nisman fue víctima de un homicidio, eso está probado”, dijo.

Fein se jubiló y ayer, después que fue oficializada su renuncia afirmó en una entrevista radial: “Yo considero que Nisman se vio obligado, quizás es muy probable que lo indujesen… instigaron o indujeron al suicidio, es una posibilidad, no puedo afirmarlo con certeza, porque la causa no culminó y no hay un dictamen aún”. Explicó que uno de los temas centrales que estaban bajo análisis en el momento en que ella fue desplazada de la causa era un cruce de llamadas “preocupante, sugestivo y llamativo” por las “personalidades” que aparecían “hablando en forma ininterrumpida desde la primera hora de la mañana en que habría sucedido la muerte de Nisman”. Fue “desde las 9 hasta las 23” de ese domingo, 18 de enero de 2015.

Había múltiples llamados entre el ex director de operaciones de la ex Side, Stiuso, y Mazzino, es director de Análisis de la central. Mazzino también habla con Pocino, éste habla con el fiscal Carlos Stornelli , con un teléfono de Milani y con el del ex número 2 de la Agencia Federal de Inteligencia, Juan Martín Mena. A la vez, Stiuso se comunicó con un policía retirado de la Federal, de apellido Gonçalvez Pereyra, quien a la vez hablaba con Luis Miño, uno de los custodios de Nisman, en la madrugada posterior a la muerte del fiscal. Todo esto estaba en pleno análisis cuando de pronto apareció Stiuso en marzo y volvió a declarar como testigo durante casi diez horas y dijo que a Nisman lo mataron. Nada parecido había declarado un año antes después de lo cual abandonó el país y se recluyó en Estados Unidos. Con su testimonio, Arroyo Salgado consiguió que la causa pase al fuero federal. Allí la tiene el juez Julián Ercolini, junto con el fiscal Eduardo Taiano.

Arroyo Salgado, dijo que a Nisman lo mataron, algo que no aparece en el expediente. Incluso algunas de las pericias científicas precisan que no hay prueba de eso. Pero Arroyo Salgado insiste. Acusó a Fein de no haber conducido la investigación con “objetividad sino que tenía una postura tomada hacia probar que Nisman se había suicidado”. Todavía hay una discusión por la competencia en la Cámara de Casación porteña.