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La creación del Espacio para la Memoria en el predio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) ya tiene fecha para ser tratada en la Legislatura porteña: el 5 de agosto próximo. Ese día, los diputados decidirán si ratifican el convenio firmado entre el gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires. Se descuenta que lo harán. La iniciativa fue analizada durante cuatro meses por la comisión interjurisdiccional del cuerpo, que preside el macrista Rodrigo Herrera Bravo, y su tratamiento se destrabó luego de que se incorporara al debate la Comisión de Derechos Humanos y Garantías. Ayer hubo una reunión conjunta en la que se resolvió comenzar a firmar el despacho del oficialismo, como lo propuso la ibarrista Alicia Caruso. Pero el macrismo pidió hasta mañana para analizarlo, tiempo que fue concedido. “Yo y otra mucha gente del bloque queremos ratificar el convenio pero no tuvimos tiempo de analizar el proyecto que recibimos el martes por la noche”, afirmó a Página/12 Herrera Bravo. Algunos diputados que responden al presidente de Boca tienen la intención de modificar parte de los fundamentos de la iniciativa –para dejar sentados ciertos criterios sobre los usos del predio– y si no logran consenso podrían presentar su propio proyecto. Lo mismo podría ocurrir con quienes directamente se oponen a que se instale en la ESMA un Museo de la Memoria. En la reunión de ayer, la subsecretaria de Derechos Humanos de la ciudad, Gabriela Alegre, aseguró a un representante de los padres de la Escuela Fluvial, que estaba presente, que se está trabajando para reubicar en un sitio adecuado la institución. El vicepresidente segundo de la Legislatura, Miguel Talento, afirmó que “el destino que se le asigne al predio (de la ESMA) formará parte del proceso de restitución simbólica de los nombres y de las tumbas que les fueran negadas a las víctimas”.