EL PAíS
Greenspan volvió a molestar con otra suba de la tasa de interés
Alan Greenspan, titular de la Fed (banca central de Estados Unidos), elevó en un cuarto de punto la tasa, para ubicarla en 1,5 por ciento anual. Para Argentina implica más pagos de deuda y eventual retroceso de commodities.
Por Claudio Zlotnik
Estados Unidos volvió ayer a subir la tasa de interés. Si bien todavía se encuentra en sus mínimos históricos, la de corto plazo en tan sólo el 1,5 por ciento anual, el hecho confirmó el cambio de escenario económico y financiero internacional. Un panorama desalentador para los países endeudados, como la Argentina. La buena noticia, no obstante, fue que Alan Greenspan reafirmó que tendrá cautela en el manejo de la tasa. De hecho, en la city calculan que en su próxima reunión, a fines del mes próximo, el directorio de la FED dejaría intacto el costo del dinero. En este marco, las acciones registraron una suba del 0,4 por ciento en promedio.
Si bien la suba de la tasa estuvo en línea con lo esperado por los financistas, el hecho acarrea trastornos para la economía argentina. Sobre todo por el impacto sobre los precios de los commodities, que podrían profundizar su tendencia bajista. También implicarán mayores pagos por la deuda que no está en default pero que ajusta por la tasa Libo, como los pasivos con los organismos internacionales y distintas series de Boden. Se calcula que esta suba de un cuarto de punto tendrá un sobrecosto de unos 135 millones de dólares anuales.
Por el cambio de escenario en la economía internacional, las materias primas vienen registrando fuertes bajas. El precio de la soja, el principal rubro exportador de la Argentina, derrapó un 35 por ciento desde sus máximos de abril pasado y ahora ronda 510 pesos la tonelada. Este retroceso se explica por la menor demanda mundial, que implicaría una revaluación del dólar contra las principales monedas.
La fuerte caída del complejo sojero y de los cereales tendrá un impacto negativo sobre el superávit comercial: se aguarda que para el año próximo el ingreso de divisas comerciales descienda en alrededor de 5000 millones de dólares. En vista de este escenario, algunos analistas prevén un dólar por encima de los 3 pesos para los próximos meses. Ayer, la moneda estadounidense terminó en 3,03 pesos para la venta en las casas de cambio, tres centavos por debajo del cierre anterior.
Como la Argentina se encuentra en cesación de pagos, el alza de la tasa internacional no tendrá un correlato sobre el mercado de dinero local. Sin embargo, en el microcentro advierten sobre una posible suba de las tasas en caso de un nuevo repunte del dólar.
Pero más allá del impacto inmediato por la medida tomada en Washington, hay una cuestión de fondo: ¿será este ciclo alcista de la tasa tan nocivo como el de la década del ’80, cuando el costo del dinero se duplicó –del 3 al 6 por ciento anual– en menos de un año? ¿Dará lugar a una crisis regional como la desatada a fines del ’94 en México?
El comunicado de ayer de la Reserva Federal es tranquilizador. Admite problemas “temporales” en la economía estadounidense. “El crecimiento se moderó durante los últimos meses y el ritmo de mejora en el mercado del empleo decreció”, sentenció Greenspan en el comunicado difundido a la media tarde. Este dato, junto a la percepción de que la inflación se encuentra en niveles moderados, más bien impulsada por “factores transitorios” como el alza del petróleo, podría indicar que la FED dejaría en suspenso el proceso alcista en la próxima reunión, el 21 de setiembre. “Las tasas bajas podrán abandonarse a un ritmo sin dudas mesurado”, recalcó el banquero central para no dejar lugar a dudas sobre su prudencia. Cerca de las elecciones presidenciales, Greenspan evitará enfriar la recuperación de la economía.