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Por primera vez después de 30 años, el justicialismo santiagueño definirá este domingo en internas abiertas su candidato a gobernador para las elecciones del 27 de febrero. El clima de la provincia se enrareció ayer cuando integrantes de dos líneas internas del peronismo se enfrentaron en un tiroteo. Además de ser una prueba para la gestión del interventor Pablo Lanusse y anticipar el año electoral que le depara al kirchnerismo, los comicios santiagueños definirán la continuidad política del caudillo Carlos Juárez.
Para hacer frente a este escenario, el ex zar de Santiago del Estero eligió a un hombre de suma confianza. Su candidato es Francisco Cavallotti, quien ofició como su abogado defensor en las causas que lo investigan por el cobro de una jubilación indebida y la desaparición de personas durante su gestión entre 1975 y 1980.
Según auguran los sondeos de opinión, el pronóstico para el procesado matrimonio es poco alentador. Las encuestas arrojan con mejores chances al Movimiento Peronista Popular, cuyo candidato, el ex menemista José Oscar Figueroa, cuenta con el apoyo de la mayoría de los intendentes. También tiene el guiño de la Casa Rosada, a pesar del silencio que el gobierno nacional aconsejó a la administración de Lanusse y que el ex fiscal acató adoptando la prescindencia absoluta. La medida, incluso, lo llevó a desplazar a funcionarios de su administración por participar en el lanzamiento de la precandidatura de Osvaldo Ríos Olivero, que se frustró cuando el hombre fue acusado por extorsionar a los comisionados municipales para financiar la campaña. Sin embargo, el traspié no sería el fin en la carrera electoral del dirigente. Según confiaron a Página/12 fuentes cercanas al gobierno provincial, Olivero se presentaría en los comicios de febrero con lista propia.
La tercera fuerza del PJ que se enfrentará el domingo es la recién creada Victoria Santiagueña, que lleva como candidato al dirigente de La Banda Roberto Barrionuevo. El menemismo, por su parte, tendrá como candidato al diputado José María Cantos.
El espacio de los partidos no justicialistas, conformado por varias agrupaciones independientes, aparece liderado por el Frente Cívico por Santiago. Una alianza que logró reunir en un amplio abanico a radicales, socialistas y lopezmurphystas y cuyo candidato, el intendente de la capital Gerardo Zamora, ayer reivindicó, a pesar de sus raíces radicales, la gestión de Néstor Kirchner. “Es necesario buscar los máximos consensos posibles. El país está en una etapa de crecimiento económico y Santiago está al margen. Tenemos la obligación de ponernos a la altura de las circunstancias”, resaltó.
Resabio de las formas que dominaron por años la política del ex feudo juarista, los simpatizantes de los justicialistas Cantos y Figueroa terminaron ayer a los tiros frente al juzgado federal. Doce personas fueron detenidas e indagadas y uno de los manifestantes resultó herido. Actualmente la investigación, a cargo de la Justicia, no descarta la hipótesis de que el incidente fue provocado por “gente ajena” a los dos partidos en “un intento por perturbar” la jornada electoral. Así lo expresó a este diario el ministro de Gobierno, Roberto Azareto, quien además rescató la “inmediata” respuesta del ministro del Interior, Aníbal Fernández, que mandó a las fuerzas de seguridad federales para controlar la situación. Justamente el tiroteo habría reforzado la respuesta al pedido inicial que Lanusse hizo al gobierno nacional para que asuma un amplio despliegue de seguridad que garantice el desarrollo de las internas justicialistas.
El incidente se suma a dos denuncias realizadas ante la Justicia Electoral sobre la existencia de más de 27 mil documentos de identidad gemelos o pertenecientes a personas fallecidas.
A pesar de la violencia y el vapuleado cronograma electoral, las administración de Lanusse no pierde las expectativas y espera que una amplia concurrencia a la internas reafirme la creciente participaciónpolítica en la provincia, la cual se atribuye Lanusse, al mismo tiempo que oriente el camino hacia la legitimización del próximo gobierno. Una conclusión que, sin embargo, algunos cautos observadores cercanos al interventor consideran por el momento un tanto arriesgada.

Informe: Carolina Keve.