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Las primeras encuestas realizadas luego del incendio en República Cromañón indagan la responsabilidad en la tragedia y coinciden en que la opinión pública responsabiliza en primer lugar al empresario Omar Chabán, en segundo término al gobierno de la Ciudad y en tercero a los que arrojaron la bengala. Los sondeos coinciden en señalar un descontento general con la actitud de Aníbal Ibarra, aunque agregan que una amplia mayoría de los encuestados no aprobaría su renuncia.
El sondeo de Analogías, la empresa que dirige Analía del Franco, se realizó entre el 4 y el 6 de enero en base a 400 casos en la Capital Federal. El de Equis, la consultora de Artemio López, se concretó entre el 2 y el 6 de enero, en la Capital Federal y el conurbano, y la muestra fue de 960 casos. La medición del CEOP también se realizó en la Capital y el Gran Buenos Aires en base a 503 casos y se terminó de procesar ayer por la tarde.
La primera pregunta apunta a calibrar las respectivas responsabilidades en el incendio. Según Analogías, el 44,5 por ciento de los consultados señaló a Chabán, dueño de la disco Cromañón; el 20,3 al gobierno de la Ciudad, mientras que el 10,8 por ciento se refirió a “la irresponsabilidad de los asistentes”. El sondeo de López coincide: el 37,2 por ciento mencionó al empresario, el 28,8 a la administración porteña y el 22,7 por ciento a “la gente que tira bengalas”. La pregunta del CEOP fue ligeramente diferente: ¿quién debería ir preso? La gran mayoría –81,8 por ciento– no dudó en señalar a Chabán.
Consultados por la actitud de Ibarra luego de la tragedia, una abrumadora mayoría, según la consulta Equis, la juzgó “inadecuada”: 64,3 por ciento, contra 21,7 que dijo que fue “adecuada” y un 14 por ciento que no emitió opinión. Una evaluación igualmente negativa mereció el control sobre los boliches y locales de recitales: el 81,4 por ciento, según el mismo sondeo, considera que el gobierno porteño no los supervisa adecuadamente.
Como era de esperar, la imagen de la gestión de Ibarra, que había experimentado un repunte en los últimos meses, disminuyó notablemente luego del incendio. Equis le asigna una imagen negativa del 54,8 por ciento, contra un 24,4 de opinión positiva y un 20,8 de regular. Antes, los números eran bien distintos: la imagen positiva de la gestión porteña era del 49,6 por ciento, contra 30,7 de opinión negativa y 19,7 de imagen regular. En el sondeo de Analogías, un 41,5 por ciento dijo que aprueba la gestión de Ibarra, contra un 50,4 que la desaprueba y un 8,1 que no tiene opinión.
A pesar de estos datos, los sondeos coinciden en que una sólida mayoría se manifestó en contra de la renuncia del ex fiscal. En la encuesta de Analogías, el 59 por ciento dijo estar poco o nada de acuerdo con la dimisión del jefe de Gobierno, contra el 34,9 que se manifestó muy de acuerdo o de acuerdo. La medición del CEOP coincide: el 67,1 por ciento dijo que Ibarra no debe renunciar, contra el 27,7 que dijo que sí. En cuanto a las razones por las cuales debería quedarse, los consultados por el CEOP dijeron que “tiene que dar una solución al tema”, que “no es el principal responsable” y que “los culpables son los inspectores que no cumplen con su trabajo”.
La designación de Juan José Alvarez, el primer cambio decidido por Ibarra luego del accidente, divide opiniones: la encuesta de Equis indica que un 22,5 se manifestó a favor, contra un 25,7 que se mostró en desacuerdo y un 51,8 que no tiene opinión. Finalmente, Artemio López indagó en la actitud del gobierno nacional. Sus datos señalan que un 62,6 por ciento evaluó como “adecuada” la actitud de Kirchner tras el incendio, contra un 37,2 que la calificó de “inadecuada”. En la misma línea –siempre según Equis-, el 88,3 por ciento dijo que le creyó al Presidente cuando explicó su actitud ante la tragedia.