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El todavía diputado Juan José Alvarez asumirá hoy a las 17.30 en el Salón Blanco del Gobierno de la Ciudad el cargo de secretario de Seguridad y Justicia porteño. Alvarez anticipó que presentará un plan que apuntará a acelerar el traspaso de la policía a la ciudad de Buenos Aires y garantizar un presupuesto acorde con el área. Con todo, ya antes de asumir, Alvarez recibió algunos apoyos y varios repudios. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, León Arslanian, se preguntó para qué quería un secretario de Seguridad “una ciudad que no tiene siquiera policía”.
El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, le tomará hoy juramento a Alvarez y es probable que, dado el cuadro de crisis que presenta el área de seguridad en la ciudad luego de la tragedia del boliche de Once, delinee ahí mismo los ejes de lo que será su gestión. Está confirmado que a Alvarez lo secundará Diego Gorgal, un joven técnico especializado en el tema de seguridad que ya lo acompañó durante su paso por la provincia.
A Gorgal, precisamente, Alvarez le encargó –apenas aceptó su designación– preparar el plan que pondrán en marcha en la ciudad.
La llegada de Alvarez generó ayer diferentes reacciones.
Arslanian mostró una postura ambigua. Si bien alabó la experiencia de Alvarez para ocupar el cargo, también se preguntó sobre su utilidad. “No creo que no vaya a hacer un buen papel en esa materia, pero esa función en la ciudad sin su policía no va a sumar mucho”, relativizó.
El miércoles ya habían adelantado su repudio a la designación de Alvarez el ARI de Elisa Carrió, los familiares de los asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán y la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
A ese grupo se le sumó ayer el jefe del kirchnerista bloque Frente para la Victoria de la Legislatura porteña, Diego Kravetz, que planteó su “total desacuerdo” con Alvarez. “Mi postura tiene que ver puntualmente con los asesinatos de los militantes Kosteki y Santillán, cuando Juanjo Alvarez era el ministro de Justicia.”
La ex legisladora de Izquierda Unida, Vilma Ripoll, cuestionó lo que consideró “un pacto entre Ibarra y el PJ, que negocian cargos como el de Alvarez para que siga la impunidad”.
También Fernando Caeiro, de Unión por Todos, expresó su rechazo. “Ibarra se entrega y le besa el anillo al capo mafia de Eduardo Duhalde para preservar su continuidad política.”