EL PAíS › LA CGT SE REUNIO CON EL PRESIDENTE NESTOR KIRCHNER EN LA ROSADA
Con la suba de los precios en el menú
Por tercera vez en un mes, el camionero Hugo Moyano se entrevistó con Kirchner. Esta vez se comprometió a apoyar al Gobierno para evitar los aumentos de precios y tarifas. También estuvo con el ministro de Trabajo.
A Hugo Moyano el despacho presidencial no le es ajeno. Por tercera vez en menos de un mes, el titular de la CGT se sentó cara a cara con Néstor Kirchner, aunque en esta oportunidad con un planteo que lo encontró con un discurso común al del Presidente: la necesidad de sancionar a los comerciantes que remarcan precios de la canasta familiar y a las empresas privatizadas que no cumplen con sus servicios.
“Vamos a actuar con toda firmeza y energía”, aseveró Kirchner sobre estas irregularidades, de acuerdo al relato que el propio Moyano realizó luego en una conferencia de prensa. La CGT hizo especial énfasis en las firmas de energía, que en los últimos días dejaron sin luz a amplias zonas de la Capital Federal, en coincidencia con picos de casi 40 grados de sensación térmica.
El sindicalista también apuntó contra las empresas de aguas a partir de un episodio suscitado en el conurbano bonaerense, en donde no se proveyó el servicio durante 6 días. “Están extorsionando al pueblo con los cortes de servicios para que se aumenten las tarifas”, se quejó, tras advertir que la CGT “no lo va a permitir”.
Cuando se les consultó si esta postura era compartida por Kirchner, Moyano respondió: “Si el Gobierno ha ratificado su decisión firme de multar a las empresas, evidentemente está reconociendo que hay algún tipo de extorsión aquí, porque los cortes de luz y agua se hacen con alguna intención. Nosotros vamos a convalidar y apoyar todo este tipo de acciones para evitar que se siga extorsionando a la población”.
Los representantes de la CGT le transmitieron al jefe de Estado su “preocupación absoluta” por el alza de precios que se viene verificando en los productos de la canasta familiar y anunciaron que pedirán una “reunión urgente” con los empresarios de la Unión Industrial Argentina.
“La suba de los precios perjudica a los trabajadores y es una actitud de especulación de aquellas empresas que en la década de los ’90, a partir de su privatización, ganaron fortunas siderales de dinero y ahora pretenden seguir haciéndolo en una economía que se está recuperando”, sentenció Moyano.
Los representantes de la CGT y la UIA ya habían estado conversando en la última semana. En aquella oportunidad, Moyano había advertido sobre la necesidad de un incremento salarial, aunque dijo que había que estudiar la manera en que éste no redunde casi como un acto reflejo en una remarcación de precios.
El sindicalista llegó a la Casa Rosada flanqueado por el colectivero Juan Manuel Palacios y el taxista Omar Viviani. Semanas atrás, Moyano ya había estado conversando con Kirchner, pero no con el mismo tono amable de ayer. Entonces, el tema de cabecera fue el conflicto de la basura en el distrito porteño. Los camioneros habían protestado desparramando residuos en las inmediaciones de la Plaza de Mayo. Al Presidente le pareció desmedido.
En el encuentro de ayer, Kirchner estuvo acompañado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien fue testigo de las otras inquietudes que plantearon los sindicalistas. Entre ellas, el temor por los crecientes despidos que se registran en distintas actividades. Por eso, festejaron al conocer la nueva prórroga, hasta fin de año, de la denominada “doble indemnización” (ver página 10).
Por la tarde, la misma representación de la CGT estuvo con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, con quien acordaron unir fuerzas para combatir el trabajo en negro. Moyano y compañía le plantearon la necesidad de solucionar los conflictos laborales en las empresas Disco, Jumbo y Parmalat. Y volvieron sobre el tema que horas antes habían conversado con Kirchner: mejorar los salarios, pero evitando que se genere una remarcación de precios y eso produzca un “brote inflacionario”.