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La intención anunciada por el gobierno de Felipe Solá para reformular el Polimodal y retornar al secundario reflotó una vieja discusión. Mientras el director de Escuelas bonaerense, Mario Oporto, ratificó la iniciativa calificándola como “un verdadero avance hacia un secundario universal y moderno”, el titular de Suteba, Roberto Baradel, la consideró como un instrumento electoral. “Hay que hacer una reforma, pero se tiene que realizar en forma seria y responsable, con la participación de los principales actores que intervienen en el sistema educativo”, evaluó en diálogo con Página/12. Al debate también se sumó Adriana Puiggrós, quien intentó bajar el tono a los anuncios. “No se va a terminar con el Polimodal. Para ello habría que aprobar una nueva Ley de Educación, facultad que sólo le corresponde al Poder Ejecutivo”, fue la conclusión dada por la investigadora que actualmente asesora al gobierno provincial.
Los cambios se centrarán en el tercer ciclo de la Educación General Básica (EGB), que cursan unos 600 mil chicos de entre 12 y 14 años. Según la Dirección de Escuelas allí es donde se registran los mayores niveles de deserción escolar. Concretamente lo que se modificará dentro de esa etapa –que se seguirá llamando “secundaria básica”– será el sistema de asistencia, evaluación y promoción. “La intención es que sea un régimen más estricto, que pase a estar más vinculado con el secundario y donde los chicos comiencen a prepararse para su especialidad”, destacó Oporto a este diario. La enseñanza se completaría con otro ciclo de 3 años –el actual Polimodal– que constará de distintas orientaciones, como Ciencias Exactas, Artes y Diseño o Ciencias de la Comunicación. Respecto de la posibilidad de que las “áreas de conocimiento” pasen a ser nuevamente las materias tradicionales, Oporto explicó que se estaría implementando en forma progresiva a partir del año que viene, pero aclaró que no se modificarán los contenidos curriculares.
En este sentido, Puiggrós rechazó que las medidas anunciadas por Solá se traten de una contrarreforma de la tan cuestionada Ley Federal de Educación y la provincial ad hoc. “Hay que discutir la reforma del ’94, principalmente porque desorganizó la educación media. Esto no significa volver a la vieja escuela secundaria. Hay que promover una enseñanza con contenidos que se adecuen a las necesidades de hoy, no seguir con lo que se enseñaba en las viejas secundarias. La escuela debe preparar a los estudiantes para el trabajo y la universidad”, consideró sin subestimar las intenciones expresadas por Solá y por el propio presidente Kirchner, que en la presentación del proyecto de la Ley de Financiamiento Educativo señaló como prioridad la necesidad de empezar a debatir una nueva ley de educación.
El planteo no es nuevo. Ya se han presentado varias iniciativas para dar marcha atrás con la reforma llevada a cabo durante el menemismo y el duhaldismo en la provincia, y ayer varios sectores se mostraron de acuerdo con la necesidad de modificar el sistema vigente. Sin embargo, la iniciativa de Solá en esta dirección fue blanco de numerosas críticas. “Es bueno que el gobierno provincial reconozca el fracaso de la Ley Federal. Pero no se puede llevar a cabo semejante tarea en una forma autoritaria, inconsulta e irresponsable, que parece responder más a una cuestión electoral que a un verdadero interés de cambiar el sistema”, expresó Baradel.
Lejos de quedar inmune a la campaña electoral, la cuestión también se coló en la pelea con el duhaldismo. Esta vez los disparos los dio la legisladora provincial, Nora Estrada, quien calificó a la propuesta como “un verdadero disparate”. “Realmente es preocupante ver la ligereza con la que se opina sobre el tema. Para el gobernador es una cuestión semántica, si se llama polimodal o secundaria”, manifestó la dirigente que, como candidata del PJ, buscará renovar una banca en la legislatura provincial. Y concluyó: “Si el gobernador quiere que la educación funcione, entonces que se dedique a gobernar y gestionar seriamente políticas educativas”.

Informe: Carolina Keve.