Mañana se iniciará el período ordinario de sesiones del Congreso nacional. Tras conseguir una arrasadora mayoría para aprobar la reforma del Consejo de la Magistratura. Néstor Kirchner hablará (por tercera vez en su mandato) ante un Congreso que domina como nunca antes. Rige la proverbial reserva oficial acerca del contenido de su discurso. Y el estilo presidencial es no anunciar medidas. Lo único seguro es que el Congreso ha sido puesto de punta en blanco para esperar al Presidente. Y que el clima, a pocos días de la batalla del Consejo, no será de concordia.

Kirchner ofrecerá un discurso cargado de estadísticas positivas sobre la marcha de la economía y el empleo, repasará los logros de cada uno de los ministerios, ratificará el compromiso con el Mercosur y subrayará los resultados de la negociación de la deuda, según anticiparon a la agencia DyN fuentes del oficialismo. El anticipo sugiere la ausencia de anuncios concretos.

Kirchner fue bastante aplaudido por la oposición en su discurso inaugural, en 2004. Algunas de las medidas de su primer año de mandato fueron celebradas por legisladores de otras fuerzas en 2005. Es fácil predecir que mañana la oposición tratará de dejar constancia de sus actuales diferencias con el Gobierno.

El horario de inicio de la Asamblea está previsto a las 10.15, cuando empezará a cumplirse el procedimiento protocolar que antecede a la llegada al Congreso del Presidente, por la explanada principal que da sobre la avenida Entre Ríos. La novedad para esta ocasión será la transmisión de la ceremonia en vivo que realizará el canal Senado TV, junto a las cámaras del Canal 7, emisora del Estado, tal como precisaron fuentes del Senado, habitual organizador del evento que podrá llegar así a todo el país.

Hasta llegar al atrio de recepción en el recinto de la Cámara baja, donde se realiza la asamblea de diputados y senadores, Kirchner atravesará un pasillo vallado, custodiado por efectivos del Regimiento de Granaderos y de la Policía Federal vestidos con sus trajes de gala. En el recinto será recibido por el vicepresidente y titular del Senado, Daniel Scioli, y por el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Balestrini.

Mientras se llega a ese momento, desde el viernes en la Cámara de Diputados y en el Senado se realizan tareas de limpieza a fondo de muebles, mármoles, alfombras y cortinados, tanto del recinto donde tendrá lugar la sesión como de los salones que atravesará el Presidente y sus acompañantes. Algunos alfombrados requieren más esfuerzo porque fueron dañados por una reciente inundación causada por las fuertes lluvias de enero. Los trabajos están centralizados en el recoleto Salón Azul, Pasos Perdidos, y en el recinto de sesiones de Diputados, que son los lugares donde se desarrollará la actividad de la sesión especial de apertura de las sesiones ordinarias. Si bien algunos sectores del Palacio aún necesitan mejoras, la gestión de Eduardo Camaño se ocupó del mantenimiento de pintura e iluminación de pasillos y otras dependencias, además de la preservación del patrimonio histórico, sobre todo de los numerosos cuadros que posee el Parlamento.

Además, en el Salón de Conferencias de la Cámara baja se instalará una pantalla gigante para que colaboradores de funcionarios, legisladores y también la prensa puedan seguir desde allí la ceremonia sin entorpecer la circulación en los salones y el recinto.