El gobierno de la Provincia de Buenos Aires aceptó transformar en remunerativa parte de la suma fija de 100 pesos que les había ofrecido a los gremios docentes y mantener la incorporación al básico de 50 pesos. Cuánto de esos 100 pesos terminarán siendo incorporados era la principal duda que persistía anoche en el gabinete bonaerense. Luego de varias horas, el equipo de Felipe Solá accedió a no abonar sumas en negro. El ministro de Economía, Gerardo Otero, se comunicó con los responsables gremiales y los citó para hoy, a las 10, en la sede gubernamental. En el gobierno provincial descartaban anoche que la propuesta sería aceptada por los sindicatos docentes y que el comienzo de las clases no correría riesgos.

Algo parecido se especulaba en los círculos gremiales. “Si nos citaron para mañana (por hoy) es porque habrá un acuerdo”, decían. La opinión llevaba su cuota de lógica. No es usual que Solá convoque a un encuentro para ofrecer una propuesta muy alejada de los números presentados por el Frente Gremial Docente.

Abonando las expectativas favorables a un acuerdo, en diálogo con este diario, el jefe de Gabinete bonaerense, Mario Oporto, señaló que “sobre el salario inicial de 840 pesos no hay discusión. También está decidido que no pagamos más sumas no remunerativas”.

Aunque contenida, en el Frente Gremial Docente, la expectativa también era favorable. El titular de Suteba, Roberto Baradell, aseguró a Página/12 que esperaban escuchar “una propuesta que contenga un aumento en blanco, una recomposición del salario básico (hoy en 400 pesos) y la garantía de que ningún docente de la provincia perciba menos de 850 pesos”.

El punto sobre el que se asentaba la diferencia era sin duda cuánto de ese aumento sería remunerativo, cuánto se incorporaría al básico y cuándo. Aunque las posiciones están muy cerca, la diferencia tenía su peso. La masa de dinero que el gobierno comprometía en su propuesta original de 100 pesos en negro, alcanzaría para otorgar 70 pesos en blanco.

Una hora antes de que Solá les formalice su anuncio a los gremios docentes, el gabinete terminará de ajustar sus cuentas. Los matices dentro de la administración provincial son lógicos. “La gente de Economía suele privilegiar el equilibrio de las cuentas”, reconocen en ámbitos provinciales. Dato que a los gremios no les resulta desconocido. Por ello valoraban que fuera el ministro de Economía provincial el que se hubiera comunicado con ellos para concertar el encuentro de hoy.

Más de tres horas le llevó al gabinete provincial acercar posiciones y destrabar un posible conflicto docente. El gobernador ya había adelantado su posición negociadora cuando le pidió a sus ministros “estirar al máximo la oferta salarial”. El fantasma de un conflicto que impida el normal inicio del ciclo lectivo, el próximo lunes 6, es un riesgo político que Solá quiere sortear.

El ministro de Economía, Gerardo Otero; el jefe de Gabinete, Mario Oporto; la directora de Educación y Cultura, Adriana Pui- ggrós, junto a Solá y legisladores del Frente para la Victoria bonaerense, desde las 19 sacaron punta al lápiz con el que hacen las cuentas del presupuesto provincial. Francisco “El Barba” Gutiérrez fue uno de los legisladores que se acercaron a la sede de gobierno en La Plata. No muy lejos de allí, los directivos de Suteba tenían su propio cónclave y esperaban alguna comunicación de las autoridades provinciales. El titular de Suteba reconocía que hasta última hora de ayer “no fueron convocados oficialmente” para un nuevo encuentro, pero que “estaban abiertos a escuchar una nueva propuesta salarial”. Aclaró que “cualquier ofrecimiento sería consultado con todos los maestros de Buenos Aires”, entre mañana y pasado.