El Gobierno prorrogó la vigencia del aporte personal del 7 por ciento del sueldo de los afiliados a las AFJP hasta fin de año. Así lo dispone el decreto 940, publicado ayer en el Boletín Oficial. La norma también indica que a partir del 1º de enero próximo el aporte ascendería al 9 por ciento, y a partir de junio de 2007 se restablecería el 11 por ciento. Actualmente, a todos los trabajadores dentro del sistema estatal de reparto se les descuenta el 11 por ciento del sueldo bruto en concepto de aporte previsional, como fija la ley.

La decisión original de reducir el aporte personal de los afiliados a las AFJP, del 11 al 5 por ciento, fue tomada en noviembre de 2001, por el gobierno de De la Rúa. Entonces, a Domingo Cavallo se le ocurrió que una forma de mejorar el salario de bolsillo de los trabajadores y alentar el consumo era disminuir el aporte jubilatorio. La idea era sencilla: cada afiliado a una AFJP se daba su propio aumento de salarios, sacando el dinero de un bolsillo (la jubilación futura) y poniéndolo en el otro (el salario). Sin embargo, Cavallo se preocupó de que el “beneficio” recayera sólo en los afiliados a las AFJP, ya que bajar el aporte de los inscriptos en el sistema de reparto hubiera significado una menor recaudación para un Estado ávido de fondos para pagar a los acreedores.

El aporte a las AFJP fue elevado durante el gobierno de Duhalde, con Roberto Lavagna como ministro de Economía, del 5 al 7 por ciento. Y desde entonces, a través de sucesivos decretos, Kirchner optó por mantenerlo en ese nivel. La última prórroga vencía este mes, cuando debía elevarse al 9 por ciento, y al 11 por ciento a partir de octubre.

En muchas empresas esperaban el decreto publicado ayer, porque para cerrar las liquidaciones de sueldos de julio debían conocer qué deducciones efectuar. En los fundamentos, el decreto refiere a los argumentos del decreto original de De la Rúa-Cavallo: “la necesidad de facilitar la reactivación del consumo interno, contribuyendo a lograr el equilibrio de las cuentas públicas por el consecuente aumento de los ingresos fiscales”.

Hoy la situación es muy distinta, y con la economía creciendo al 9 por ciento nadie cree necesario “facilitar la reactivación del consumo interno”. Sin embargo, de haberse elevado el aporte personal, los salarios de bolsillo de unos 3 millones de aportantes a las AFJP se hubieran encogido levemente. Y en la Rosada prevalece por estas horas la idea de que no es tiempo de “podas” salariales sino de recuperar poder de compra frente a la inflación.

Sea como fuere, más temprano que tarde, el Gobierno deberá restablecer el aporte original del 11 por ciento. De perdurar el aporte del 7 por ciento, los futuros jubilados a través de una AFJP, en particular los de sueldos más bajos, percibirán haberes irrisorios. Con el actual nivel de aportes, casi la mitad lo acaparan las comisiones a las administradoras.