Uruguay intentó minimizar un posible frente de conflicto diplomático con España por las papeleras. En la página web oficial, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, expresó su “total confianza” en el canciller de España, Miguel Angel Moratinos. Un día antes, el ministro de Defensa de Uruguay, Héctor Gros Espiell, había insistido en que, a pesar de la tarea del “facilitador” Antonio Yáñez Barnuevo en el conflicto por las papeleras, no habría diálogo con la Argentina mientras duraran los cortes.

Vázquez mantuvo un diálogo telefónico con Moratinos en el que le ratificó “su total confianza” para resolver el diferendo por la instalación de Botnia en la margen oriental del río Uruguay, se informó en la página web del gobierno del país vecino.

En el comunicado, el presidente uruguayo “ratificó su gratitud con el Reino de España por la facilitación que se encuentra en curso”, pero reiteró que “no dialogará mientras se mantenga el bloqueo de puentes”, según se informó en el comunicado publicado en el sitio oficial de la presidencia de Uruguay.

Gros Espiell había dicho que Uruguay no encararía negociación alguna mientras no se levantaran los piquetes de las rutas argentinas hacia ese país. “Hasta que no se terminen con los cortes de ruta, no hay gestión que valga”, dijo. Sus declaraciones se leyeron en línea con las que ya había pronunciado el canciller uruguayo, Reinaldo Gargano. Las declaraciones provocaron el rechazo argentino. El canciller Jorge Taiana manifestó su “pesar” por la postura uruguaya.

Fuera del conflicto diplomático, el obispo uruguayo Pablo Galimberti se sumará a una noche de oración que compartirán sobre el puente internacional a Fray Bentos representantes religiosos y feligreses argentinos. Los uruguayos pedirán para “que se permita el libre tránsito de bienes y personas” entre ambos países y para que no haya “hechos de violencia”.