Domingo, 4 de febrero de 2007 | Hoy
El sector del titular del PS, Rubén Giustiniani, quiere exigirle a Ariel Basteiro que tome licencia de la mesa de conducción. La crisis se agudizó luego de una reunión con el Presidente. El busca apoyos e intenta desactivar una reunión del Comité Nacional.
Por Werner Pertot
La sede del Partido Socialista empezará a asemejarse a la isla de Iwo Jima. En una trinchera, se podrá encontrar a los dirigentes bonaerenses Jorge Rivas y Ariel Basteiro, que propusieron un “frente de centroizquierda” con el oficialismo, tras un encuentro que tuvieron con el presidente Néstor Kirchner. En la otra, el sector que responde al titular del PS, Rubén Giustiniani, que planea exigirle a Basteiro que tome licencia de la mesa de conducción tras haber aceptado entrar a la dirección de Aerolíneas Argentinas. Otros despotricarán con la expulsión del dirigente y la intervención del distrito. Nada indica que los bonaerenses piensen cederles esa licencia.
El malestar se instaló en el sector de Giustiniani tras la aceptación de Basteiro de integrar el directorio de Aerolíneas por parte del Estado. Pero fue el encuentro con Kirchner el que desató la furia santafesina y llevó a convocar al encuentro del Comité Nacional del miércoles. Tras la reunión con el Presidente, de la que participó también Rivas, trascendió que el vice de Daniel Scioli podría ser un socialista. Desde el sector de los bonaerenses no se descartó esa posibilidad, como tampoco ven con malos ojos un frente de centroizquierda con sectores del kirchnerismo.
Hasta ahora el único dirigente bonaerense distante de esa opción es el secretario general del PS, Oscar González, a quien se ubica más cerca de la posibilidad de un acuerdo con la líder del ARI, Elisa Carrió. Una iniciativa que propicia también Giustiniani. Sin embargo, González se aleja de esa opción ante los múltiples obstáculos. “Te sientan enfrente a Bullrich, a la que tuvimos que soportar en la Alianza”, comentaban en el sector al que pertenece.
Tras la difusión de la noticia, el sector de Giustiniani le exigirá a Basteiro que pida licencia de la conducción nacional mientras sea funcionario. “Todos pensamos que es incompatible que siga en la mesa directiva si es funcionario”, remarcó uno de los integrantes de la mesa de conducción, cercano al senador.
Menos moderados, algunos pedirán que se lo expulse inmediatamente y que se intervenga el distrito. Entre ellos, el diputado provincial Alfredo Cecchi señaló que pedirá “el inicio de un proceso disciplinario que termine en su expulsión; estos muchachos confundieron al socialismo con una agencia de colocaciones”. Cecchi proviene del Partido Socialista Democrático y es hombre de Giustiniani. Cerca del titular del PS, señalaron que mientras no haya una decisión institucional en el distrito de aliarse con el Partido de la Victoria, es difícil que avancen en planteos extremos como el de la intervención.
En tanto, el sector de Rivas y Basteiro estuvo reunido ayer para analizar la situación. Antes del miércoles, tendrán varios contactos con la corriente de Giustiniani para “llamarlo a recapacitar para que no se haga la reunión del miércoles”.
Si se concreta la reunión del Comité Nacional, defenderán la decisión de Basteiro de aceptar el cargo y el encuentro con Kirchner. Los dirigentes cuentan con que los apoye tanto el intendente de Rosario Miguel Lifschitz como el candidato a gobernador Hermes Binner. “El ha decidido participar allí y me parece adecuado”, dijo Binner a este diario en un reportaje, cuando se le preguntó por la designación de Basteiro.
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