“Esperamos un debate interesante. Después de eso, en ningún momento contemplamos que se vote dejar en libertad de acción a aquellos radicales que no estén de acuerdo con la decisión partidaria”, adelantó a este diario el titular de la Convención Nacional de la UCR, Adolfo Stubrin. El debate en cuestión concluirá con el respaldo a la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. La cita está prevista para el viernes y el sábado. El lugar: el Teatro Colonial de Avellaneda. En los cálculos previos, los convencionales encolumnados con el oficialismo partidario parecen ser mayoritarios. El primer escollo de la conducción será conseguir los 170 convencionales que garanticen el quórum para comenzar las deliberaciones. Los radicales K, como se llama a los representantes provinciales alineados con el gobierno de Néstor Kirchner, tendrán una presencia simbólica. La principal oposición a un frente con Lavagna y los restos del duhaldismo la planteará la bonaerense Margarita Stolbizer.

“El partido tiene decidido presentarnos a las elecciones de octubre. Incluso hemos avanzado en un programa de gobierno. Por ello no veo posible que se acepte dejar en libertad de acción a quienes no acuerden con la definición de la Convención”, subraya Stubrin.

El oficialismo radical trabajó artesanalmente sobre cada uno de los convencionales para garantizar una votación favorable. “El quórum está asegurado”, confía a este diario un radical muy cercano al titular del Comité Nacional de la UCR, el jujeño Gerardo Morales. El radical no oculta cierta satisfacción al mostrar los apoyos alcanzados. Como al pasar, comenta que también existieron llamados telefónicos de radicales K a algunos convencionales con el objetivo de mermar la concurrencia a la Convención. Con el lápiz afilado, el dirigente radical que habla con este diario, asegura que Morales cuenta con el respaldo de 180 convencionales. Stolbizer, que critica casi por igual a Kirchner como a Lavagna, contaría según los cálculos del oficialismo, con unos 40 convencionales.

Con estos números a favor, Morales le garantizó a la mayoría de los convencionales que si la lista de oradores tiene 100 inscriptos, hablarán los 100. El debate comenzará luego de un informe de Stubrin y otro de Morales. Allí se pasará revista a las negociaciones realizadas con el ex ministro de Economía.

“Voy a ir al debate porque creo que no se trata de elegir entre Lavagna o Kirchner sino de discutir un programa político”, adelantó Stolbizer al confirmar su presencia en la Convención Nacional. La bonaerense no dudó en criticar a la conducción partidaria. Concretamente puso el acento en Morales, de quien dijo que “está más preocupado en juntar el número que en discutir propuestas”.

El oficialismo partidario asegura que Stolbizer demostrará sus cualidades como oradora. También afirman que eso no le alcanzará para cambiar lo que es una definición cantada. Al canto de “adelante radicales” con Lavagna, la Convención votará un declaración en la que se afirme que el segundo de esa fórmula tendrá que ser un radical. Los nombres son una sorpresa y, aunque se lo menciona al mendocino Ernesto Sanz, no son pocos los que aventuran que el titular del bloque de senadores no descarta competir por la gobernación de Mendoza. El declinamiento de la estrella de Roberto Iglesias parece dejarle una chance.