Como continuación de la soterrada estrategia de instalación de su candidatura en el escenario internacional, la senadora Cristina Fernández de Kirchner iniciará el lunes que viene un viaje a México, nuevo capítulo de sus varios destinos en el Viejo y el Nuevo Mundo por el que planea presentarse durante este año. El punto fuerte de la visita mexicana será la entrevista que Cristina Fernández mantendrá el miércoles 25 a las 11 con el presidente Felipe Calderón, donde sellarán –al decir del embajador Jorge Yoma– “una alianza estratégica”. Dado que la senadora no cumple más que función diplomática simbólica, esa alianza no querrá decir otra cosa que la intención de dar un paso adelante en la relación entre dos países que han avanzado mucho en cuanto a intercambio comercial pero cuya relación política es tirando a fría, desde aquel poco amistoso cruce de frases que se tiraron Néstor Kirchner y Vicente Fox en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata.

Cristina Fernández de Kirchner partirá de Buenos Aires el domingo. Tiene reservas en el moderno hotel Nikko del DF, cercano al Paseo de la Reforma. Como ya es habitual, a la senadora la acompañará el canciller Jorge Taiana, quien vendrá de una semana sin descanso: de la cumbre energética de Venezuela irá directo a Madrid, a la cumbre con Uruguay por las papeleras y, desde allí, aún no se sabe si directo o con mínima escala en Buenos Aires, con destino a México. Junto a Taiana irán otros funcionarios de Cancillería: el subsecretario de Política Latinoamericana, Agustín Colombo, y muy probablemente también el de Integración Regional, Eduardo Sigal.

En Cancillería ven el periplo como una oportunidad de acercar posiciones con la nueva administración mexicana, un país con el que la Argentina tiene razones estratégicas para coquetear. “Tiene el mismo PBI que Brasil, es la otra potencia regional. Armar una buena relación bilateral nos sirve para balancear y mantener el equilibrio”, explicaban en el Palacio San Martín.

La primera actividad oficial de la primera dama será el lunes 23, cuando ofrecerá una conferencia sobre “Realidad de la región y de la Argentina” en el Colegio de México, ante un público compuesto por “destacados académicos de América latina”, según el borrador de agenda que circulaba ayer por despachos de la Casa Rosada. Una constante de los viajes de CFK es que siempre se hace un hueco para ofrecer un discurso pero eligiendo ámbitos académicos, en lo posible con la compañía de intelectuales destacados. Incluso, en un principio estaba previsto que el cierre de la visita de la senadora fuera un encuentro con destacados escritores mexicanos. Por razones desconocidas, esa cita se levantó.

Luego de la conferencia, CFK participará de una comida en el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior junto a 150 empresarios en la Hacienda de los Morales.

En los números que manejan en Cancillería, el intercambio comercial entre ambos países hoy creció hasta cerca de los 2500 millones de dólares anuales, con un pequeño saldo favorable a la Argentina. Básicamente, el incremento de la relación comercial tiene que ver con el mercado automotriz, dado el sistema tan en boga del sector en el que los autos se construyen un poquito acá, otro poquito allá y se ensamblan en otro lado. La gira de la senadora, imaginan, puede apuntalar la tendencia alcista.

El martes, el Senado de México realizará una sesión especial para que exponga Cristina Kirchner. Ese día, la primera dama se dedicará a recorrer museos, uno de sus pasatiempos favoritos en sus ratos libres en el exterior. Realizará una visita al Museo León Trotsky y luego muy probablemente camine una cuadra hasta la casa de la pintora Frida Kahlo, dos puntos casi ineludibles para cualquier visitante primerizo del DF y sus alrededores. En la embajada, CFK se encontrará con los residentes argentinos allí y dejará inaugurada la sala de cine “Espacio Incaa”.

El miércoles 25 será el encuentro con Felipe Calderón, en la residencia de Los Pinos. La reunión está prevista a las 11 y luego habrá un almuerzo. En una muestra de su intención de normalizar los lazos entre ambos países, Calderón incluyó Buenos Aires en el periplo que realizó cuando todavía era presidente electo y el candidato del opositor PRD, Andrés Manuel López Obrador, llenaba periódicamente el Zócalo proclamando fraude. El gobierno de Kirchner, silenciosamente, había jugado una fichitas a la oposición de centroizquierda, pero enseguida viró el timón y recibió a Calderón con todas las formalidades.

Ambos, Calderón y Kirchner, se forzaron a buscar coincidencias y dejar atrás el mal trago de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, cuando Fox actuó como el portavoz de las urgencias de George Bush para que del cónclave de presidentes resucitara el alicaído ALCA, nada más lejos en las intenciones de los representantes del Mercosur. En México, a año y medio de aquello, el sucesor de Fox y la esposa de Kirchner buscarán la manera de que el conflicto quede archivado.