Una agenda apretada, contactos con los empresarios más ricos e influyentes de México y algún condimento cultural. Además, una promesa resonante para los senadores del país azteca, que seguramente hoy repetirá ante el presidente Felipe Calderón. La visita de Cristina Kirchner al país que vio nacer a Pancho Villa se pareció a la gira de una candidata presidencial. Estuvo con el segundo hombre más rico del mundo, Carlos Slim; con el capo del emporio mediático Televisa, Emilio Azcárraga, y el titular de Coca Cola Femsa, Carlos Salazar. Los empresarios se fueron elogiando las “garantías a las inversiones”. “En la Argentina hay un marco legal claro, que es muy importante para las inversiones”, festejó el presidente de Televisa. Esa cadena tiene 19 mil empleados y presencia en 45 países. En Buenos Aires coproduce Bailando por un sueño. Las actividades de CFK continuará hoy con la reunión con el mandatario mexicano y programadas visitas a los museos de Antropología, de Frida Kahlo y de León Trotsky.

La visita de la senadora tuvo eco en la prensa del Distrito Federal. Los diarios La Jornada y Reforma contaron de su presentación en el Colegio de México, el lunes, cuando se entrevistó con investigadores y académicos. CFK aprovechó el contacto con la prensa para revelar que está leyendo el ensayo En torno a lo político, cuya autora es Chantal Mouffe, esposa del argentino Ernesto Laclau. En los diarios mexicanos informaron que la intención de Cristina Kirchner es proponer a la Argentina como interlocutora para que México pueda mejorar su relación con el Cono Sur y, luego, ingresar al Mercosur.

El vínculo entre México y los países del bloque había quedado dañado tras la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, donde el entonces presidente azteca, Vicente Fox, apoyó la postura de George Bush de crear un tratado de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego, el famoso ALCA. Otro factor que alteró las relaciones fueron las denuncias de fraude del candidato del Partido de la Revolución Democrática (centroizquierda), Andrés López Obrador, quien acusó al partido de Felipe Calderón, el Partido de Acción Nacional, de cometer muchas irregularidades en el escrutinio. López Obrador había tenido el apoyo –explícito o más disimulado– de muchos presidentes de la región.

Ayer, Cristina Kirchner repartió su agenda entre el hotel Nikko, la residencia del embajador argentino, el Senado mexicano y la embajada argentina propiamente dicha. En el segundo piso del hotel, donde se alojó la delegación que la acompaña (la integran el canciller, Jorge Taiana, y el subsecretario de Política Latinoamericana, Agustín Colombo), CFK recibió al presidente de Coca Cola. Unas horas antes había recibido a Slim y Azcárraga en la residencia del embajador Jorge Yoma. En el Senado se reunió con una comisión encabezada por el titular del cuerpo, Manlio Fabio Beltrones Rivera, del PRI. Allí Cristina agradeció por “el tratamiento que recibió el exilio argentino” en México tras el golpe de 1976. “No fueron exiliados como suele suceder en naciones que tienen ese beneficio establecido en su normativa. Fue algo más, fue la recepción cálida, afectuosa, sin condicionamientos y con integración”, reconoció CFK.