La oposición buscará hoy transformar el informe del jefe de Gabinete al Congreso en una virtual interpelación. Todos las bancadas opositoras acordaron que centrarán sus preguntas a Alberto Fernández en los múltiples interrogantes que plantea la causa judicial sobre la sospecha de sobornos que pagó la compañía sueca Skanska para construir un gasoducto, las marchas y contramarchas sobre el pago de una indemnización millonaria al Grupo Greco por parte del Estado y las controversias sobre el manejo del Indec. El bloque oficialista aceptó como mecanismo de la sesión –de acuerdo con el reglamento parlamentario– que el jefe de ministros presente su informe y luego responda uno a uno los cuestionarios que en forma individual presentarán las distintas bancadas, aunque intentará ponerle “un límite de tiempo” al interrogatorio.

El paso de Fernández hoy, a partir de las 10.30, por el Parlamento, promete no ser como los anteriores. El propio jefe de Gabinete había planteado la última vez que estuvo frente a los legisladores la posibilidad de cambiar la metodología, ante los reclamos de los diputados opositores por la falta de respuesta a sus preguntas. Esta vez, los bloques opositores tampoco diversificarán el cuestionario: centrarán sus preguntas en los que llamaron “casos emblemáticos de corrupción”, como Skanska, Greco y el Indec.

Así lo acordaron ayer los bloques del ARI, la UCR, el PRO, el Peronismo Nacional, los partidos provinciales y el economista de la CTA Claudio Lozano, en una reunión realizada en la Cámara de Diputados. Aunque el jefe de la bancada radical, Fernando Chironi, también quería sumar al cuestionario los conflictos docentes en Neuquén y Santa Cruz. A pesar de que las preguntas también abordarán otros temas elegidos por los diputados opositores. Algunos ya dejaron trascender que sus preguntas irán desde “por qué el Gobierno afirma que el caso Skanska es un problema entre privados cuando el Banco Nación y el Tesoro Nacional son garantes del emprendimiento”, hasta los millonarios fideicomisos “destinados al salvataje de empresas privadas como Coto, Aerolíneas Argentinas, Aeropuertos 2000 y costosos emprendimientos inmobiliarios”.