Tras la firma del acuerdo con el Uruguay, una delegación de la asamblea de Gualeguaychú se reunió con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para informarse sobre los alcances del entendimiento. Luego de la reunión en la Casa Rosada los vecinos ratificaron que no levantarán los cortes de ruta hasta que Botnia se relocalice y defendieron al mismo tiempo la reapertura del diálogo con los uruguayos. “La asamblea viene pidiendo el diálogo hace mucho tiempo porque consideramos que sin dialogar no se soluciona nada. Este es el primer paso en ese sentido. Vamos a apostar a él y no a petardear la relación”, señaló Martín Alazard, integrante de la asamblea.

Los vecinos pidieron además al jefe de Gabinete que el Gobierno participara de la próxima gran marcha al puente internacional San Martín, enviando a alguno de sus funcionarios. La movilización se realizará el domingo; será la tercera edición de una masiva protesta que todos los años repudia la instalación de Botnia en Fray Bentos.

De la reunión en la Rosada participaron cinco enviados de la asamblea, Alazard, Jorge Fritzler, Lilian Melnik, Luis Molinuevo y Víctor Rebossio. El gobernador electo de Entre Ríos, Sergio Uribarri, quien integró la comitiva de Madrid, acompañó a Fernández.

Los asambleístas se dijeron “conformes” con el informe recibido, aunque al terminar el encuentro circularon versiones de que los entrerrianos habían deslizado su buena voluntad para levantar el bloqueo “cuando las conversaciones con Uruguay estén más avanzadas”; la posibilidad fue desmentida.

“La postura de la asamblea es muy clara, el corte se va a levantar cuando se retire Botnia”, señaló Jorge Fritzler. Su compañero Alazard agregó que no ve “ninguna chance de que el corte se levante, porque no hay indicios de que Botnia se vaya. La protesta es una reacción por la instalación de la pastera y no va a ser modificada mientras siga ahí”.

Un tramo de la charla fue dedicado a aclarar por qué en el documento de Madrid figura el término “localización” en lugar de “relocalización” en el párrafo referido al compromiso de los dos países de discutir el tema. Los asambleístas, que hubieran querido ver en el documento una exigencia explícita de mudar la pastera, dijeron anoche haber recibido garantías de que el Poder Ejecutivo no aceptará un acuerdo que implique la permanencia de Botnia en la zona.

Aunque la mudanza de la planta parezca cada día más improbable, la asamblea ambiental insiste en no abandonar ese objetivo. De hecho, su respaldo a la reapertura del diálogo responde estrictamente a esa razón. Alazard explicó en los siguientes términos el argumento que circula en su ciudad: “La comunidad internacional puede presionar para que la planta cierre, el Gobierno ha ofrecido aportes concretos para una mudanza, y el Uruguay tarde o temprano va a tener que evaluar los costos de mantener en su actual ubicación a la planta, especialmente cuando se vean las consecuencias sobre la salud de la población”.

En la Declaración de Madrid, Argentina y Uruguay se comprometieron a discutir en profundidad cuatro temas: la localización de Botnia, cuestiones sobre la circulación por las rutas y puentes que unen a los dos países, la aplicación del Estatuto del Río Uruguay y la protección ambiental del río compartido. La próxima reunión se realizará el mes que viene.

Los asambleístas difundirán hoy en Buenos Aires las características de la marcha del domingo al puente. Lo harán con una conferencia de prensa, al mediodía, frente a la embajada de Finlandia.