La jura del flamante ministro de Economía le quitó luces a la asunción como vicejefe de Gabinete del socialista Jorge Rivas, que no sólo tendrá que lidiar para mejorar la conflictiva relación entre el Ejecutivo y el Parlamento, sino que deberá afrontar el embate de los socialistas que no aprueban su adhesión al kirchnerismo. La reunión del Comité Nacional del PS para tratar exclusivamente si sanciona o no a Rivas ya tiene fecha: el 28 de julio. Allí, los más duros pedirán su expulsión de las filas partidarias, aunque los moderados intentarán prolongar la definición para no provocar una fractura del PS antes de las elecciones santafesinas, donde Hermes Binner podría consagrarse como el primer gobernador socialista de la Argentina. Después de jurar sólo “por la patria” frente al presidente Néstor Kirchner, Rivas afirmó que va a “militar” para que Binner sea el gobernador de Santa Fe.

Rivas insistió que asume su cargo “con el aval” del PS bonaerense, que aprobó su incorporación a la cartera conducida por Alberto Fernández y reafirmó que el sector partidario que lidera como secretario general mantendrá una línea de “apoyo crítico” del gobierno nacional. Desde el otro lado, el sector que encabeza el presidente del Comité Nacional del socialismo, el senador santafesino Rubén Giustiniani, considera que el sector que respaldó la incorporación de Rivas y Ariel Basteiro (como representante del Estado en el directorio de Aerolíneas Argentinas) al gobierno kirchnerista es minoritario en la provincia de Buenos Aires.

La disputa de proyectos dentro del PS –tras su unificación en 2002– volverá a tener como escenario la reunión del Comité Nacional convocada para el próximo 28. El sector de Rivas y Basteiro fundamentó su postura de “respaldar” al Gobierno frente “al avance de alternativas de la derecha” y se encolumnará detrás de la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. En tanto, Giustiniani ya había logrado el pronunciamiento del PS a favor de Elisa Carrió.

Antes de asumir, Rivas se mostró más preocupado por las tareas que tendrá a cargo. El abogado y ex diputado que se encargará de elaborar los “informes bimestrales” que la Jefatura de Gabinete debe remitir al Congreso admitió que “no es un área que haya funcionado de manera adecuada” y que “la falta de informes genera la presunción de que hay algo inadecuado que se pretende ocultar”. Por eso estimó que su tarea será “transparentar la gestión de gobierno y la calidad institucional”.

Pero como muestra de fidelidad partidaria, y como mensaje para sus detractores en el PS, Rivas respondió –todavía en el Salón Blanco y minutos después de jurar ante Kirchner– que “no cabe ninguna duda por quién voy a militar para que gane la provincia de Santa Fe, por Binner”. Rivas será el primer socialista en asumir como funcionario de un gobierno justicialista, después de que Antonio Bramuglia dejara el partido del puño y la rosa para convertirse en el canciller de Juan Perón, en su primera presidencia.