Viernes, 3 de agosto de 2007 | Hoy
EL PAíS › SE HALLARON ARCHIVOS DE LAS DETENCIONES EN LA DICTADURA
El gobierno provincial encontró en una cárcel cuatro cajas con documentos, libros de actas y de visitas, donde figuran nombres de los detenidos y los represores, incluidos médicos y religiosos. En los cuadernos se detallaban “órdenes de práctica” e “interrogatorios”.
Por Alejandra Dandan
En la tapa del libro se lee Puesto Nº 2, y alguien empezó a escribirlo a mano, el 23 de marzo, a las 4 de la mañana, a horas del golpe de Estado de 1976. En las primeras líneas de ese cuaderno escolar tipo Laprida, el encargado del relevo dio cuenta de “novedades” y “órdenes de práctica” del día, con sus rutinas. La primera comenzó a las 7 de la mañana, con el recuento de los detenidos.
A más de treinta años, el gobierno de La Rioja localizó ayer en la cárcel provincial cuatro cajas con documentos y archivos de las detenciones de militantes políticos en los años de la dictadura militar. Entre los papeles hay libros de actas, de visitas y de guardias. Y también aparecen los nombres de los detenidos y de los represores, muchos de los cuales hasta ahora siempre negaron su relación con la represión. Entre ellos, hay militares, gendarmes, médicos militares y hasta un ex capellán del Ejército, Pelanda López, que hasta dio misa para los detenidos.
“En estos archivos se ve la participación de militares y civiles que siempre negaron que hayan participado, y acá figuran”, dijo ayer por la tarde Beder Herrera, el gobernador de La Rioja, que decidió encabezar personalmente el operativo hasta el interior de la cárcel.
Todavía es un misterio qué pasó con el material y cómo se conservó hasta ahora. El miércoles a la noche, la información llegó a oídos del subsecretario de Derechos Humanos de La Rioja, que recibió copia de tres hojas de la documentación. Luego de un testeo, Domingo Bordón, que fue un preso político, dio el aviso en la gobernación, y ayer a las 7 de la mañana se ordenó el procedimiento. Según algunas de las fuentes, aquel primer dato lo aportaron quienes trabajan hace dos años en las pesquisas por la muerte del obispo Enrique Angelelli.
“Se imaginará que desde las 6 de la mañana estamos viendo el material, y todavía son pocas horas para saber detalladamente qué tipo de información contiene”, indicó Bordón a este diario. Pese a eso, el funcionario señaló que el material de las cajas está compuesto centralmente por libros. Hay algunos identificados como libros de visitas, con nombres de los presos y de quienes los visitaron, y hay cuadernos escolares como aquel “Libro de Guardia” donde se anotaban rutinas de la cárcel, con los estremecedoras procedimientos de la represión.
El más importante de esos libros, por su valor simbólico, comienza antes del golpe y concluye el 20 de abril de 1976. A lo largo de 250 páginas, el cuaderno, sellado y foliado, parece dar cuenta hora a hora de qué sucedía en el Puesto Nº 2, el espacio de la unidad penitenciaria destinado a los presos políticos.
Cada día comenzaba con el cambio de guardia. A las 7 de la mañana, quien llegaba anotaba su nombre y el nombre del relevo y daba lugar a las “novedades”. La primera novedad siempre era la misma: el “recuento” de los presos, con nombres y mandatos. A modo de ejemplo, la réplica de lo que sucedió el 26 de marzo del ‘76, ya da cuenta de varias decenas. A las 7 dice: “En el día de la fecha me hago cargo del servicio de guardia siendo la hora indicada al margen, con las siguientes ‘novedades y órdenes de práctica a cumplir’”. El suboficial penitenciario a continuación escribió el nombre de los detenidos:
u Del Poder Ejecutivo Nacional –puso–, 31. Presentes 30, ausentes 1. Causa: (Blanca de Gómez) Cumple prisión domiciliaria en Guayaquil 153 de esta ciudad. Su esposo, Einar Gómez cumplía castigo en la celda disciplinaria hasta nueva disposición.
u A disposición del jefe del área 314, coronel Osvaldo Pérez Bataglia, en cambio, había otros 17 detenidos. Dos de ellos, figuraban en el pabellón de castigo. El resto era del “interior” de Planta Alta, de celdas comunes. Allí estaban los presos de la cooperativa del diario Independiente, como el hermano del fundador Alicio Paiñetti; Pablo Torralba, periodista; Plutarco Schaller, fotógrafo; Humberto Pollano y Guillermo Alfieri (padre), secretario de redacción. Según el “Libro de Guardia”, además estuvo Rogelio de Lonardi, aún hoy un dirigente del gremio docente, y Jorge Daniel Baso, de la juventud peronista, entre otros.
A las 18 de ese mismo 26 de marzo hubo más detenciones. En el “Libro de Guardia” se anotaron como ingresados a Jorge Yoma, el actual embajador en México, y Enrique Tello Roldán, actual rector de la Universidad Nacional de La Rioja.
Entre el recuento y los nuevos detenidos registraron “desayuno”, pero también “interrogatorios” con frecuencias de hasta una hora. El mismo día, por ejemplo, dice: “A la hora indicada en el margen” (8.55) “fue trasladado al edificio 4 el detenido Domingo Zalaya para ser interrogado”. Poco después, a las 9.55 dice: “Fue trasladado el detenido Carlos Alberto Illanez, para ser interrogado” (ex subsecretario de Derechos Humanos de Angel Eduardo Maza).
Para los presos, el edificio 4 era como el Luna Park, porque era un galpón que estaba al fondo donde se aplicaban las torturas. En la rutina también se habla del ingreso del ex capellán Monseñor Pelanda López –ahora fallecido– prácticamente día por medio. Por si quedaran dudas, el mismo 26, el capellán concurre al puesto de guardia “para hablar con tres detenidas incomunicadas”, Alba Rosa Lanzilotto, ahora integrante de Abuelas de Plaza de Mayo; Vicenta Soria y Ramona Hilda Luna, todas sobrevivientes. El 18 de abril, a las 9, vuelve a entrar. Esta vez “autorizado a dar misa a los presos políticos”.
El material encontrado será archivado por el gobierno provincial en un espacio de la Memoria. Copia de ese archivo servirá para alentar las causas judiciales en la provincia.
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