El Gobierno tomó nota del pronunciamiento de la Comisión Permanente del Episcopado y ayer lo respondió. De la réplica se encargó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien contrastó la actual actitud de la Iglesia con su silencio de otros años, como los de la dictadura militar. “En este tiempo entiende importante sacar una declaración; en otro tiempo entendió importante callarse”, afirmó el funcionario. El vicepresidente y candidato K a gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dio una respuesta de las suyas: remarcó que la administración de Néstor Kirchner “ha bajado la pobreza y la indigencia”, pero dijo “escuchar” los mensajes de la Iglesia. En defensa de lo actuado por la asamblea episcopal salió el obispo emérito de Puerto Iguazú, Joaquín Piña, y sostuvo que “el problema” de la administración kirchnerista es que “no quiere escuchar algunas verdades”.

Esta vez el motivo de discordia entre el Gobierno y la Iglesia es el documento que la veintena de obispos que integran la Comisión Permanente del Episcopado difundieron al término de las deliberaciones que mantuvieron en Buenos Aires. La declaración en verdad es la misma que habían hecho el pasado 28 de abril. En el texto la jerarquía católica –conducida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio– advierte, entre otras cosas, que “la trascendencia del acto electoral exige una gran transparencia que lo aleje de las prácticas demagógicas y presiones indebidas, como el clientelismo y la dádiva, que desvirtúan su profundo significado y degradan la cultura cívica”.

“Es la opinión de la Iglesia, que en estos tiempos piensa de este modo y en otros tiempos pensó de otro modo”, analizó Fernández y completó: “En este tiempo entiende importante sacar una declaración, en otros tiempos ha entendido importante callarse. Es la opinión de la Iglesia, simplemente es eso, y así hay que tomarlo”.

Más de una vez el propio Kirchner ha puesto de relieve el silencio de la Iglesia frente a las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura militar. Y desde el kirchnerismo destacan también el mutismo de la jerarquía eclesiástica frente al caso del capellán Christian von Wernich, quien justo en estos días está siendo juzgado por los crímenes aberrantes de aquellos años.

Scioli también le respondió a la Iglesia, aunque en otro tono. “Yo los escucho con atención. Los escucho, reflexiono y punto”, expuso el vicepresidente. En defensa del Gobierno apuntó que “se ha bajado la pobreza y la indigencia” y que “está poniendo el esfuerzo en mejorar la distribución del ingreso, en mejorar los ingresos de la familia, que haya más equidad e igualdad de oportunidades”.

“El problema es que (el Gobierno) no quiere escuchar algunas verdades; la Iglesia le está diciendo algunas verdades. Es su obligación decirlas; hablar de la situación de la gente, de las injusticias, de la corrupción, de los engaños que nos quieren meter con la cuestión ésta del Indec”, argumentó Piña desde la vereda contraria.

El obispo emérito de Puerto Iguazú consideró que “un gobierno democrático debe tener siempre un oído muy atento a la necesidades y los reclamos del pueblo” y añadió que “cuando no se escucha el reclamo del pueblo, después suceden estas cosas”. Piña negó, además, que Bergoglio encabece la oposición al Gobierno y manifestó que “con poner la basura debajo de la alfombra no solucionamos nada”.