Más de un millón de pasajeros sufrió, otra vez, las demoras en los subtes. El conflicto, que no parece tener una solución inmediata, continuaría con retrasos en los horas pico. Las causas e incluso los hechos son motivo de declaraciones cruzadas entre la empresa y los delegados gremiales. Metrovías solamente reconoció algunos inconvenientes en la línea C durante la mañana y en las B, C y E durante la tarde. Los delegados, en cambio, aseguraron que, al igual que el jueves, todas las líneas sufrieron problemas por falta de mantenimiento. Las razones esgrimidas, según quién responda, van desde falta de inversión hasta intereses políticos personales. Fuentes del Ministerio de Trabajo acusaron a los delegados de “usar de rehenes a los usuarios para marcar supuesta representatividad” y aseguraron que no es su “facultad decidir sobre dificultades en el funcionamiento del servicio.

Hace tres días que los conductores especializados no firman los partes que autorizan a salir a los trenes que no están en condiciones. Esa situación obliga a cancelar ese servicio hasta que sea revisado y, de ser necesario, reparado por los mecánicos, lo que genera las demoras. Con la firma de ese aval los choferes asumirían una “responsabilidad penal” en caso de que haya algún accidente. Por eso, el delegado Carlos Pérez aseguró que su actitud no se trata de una medida gremial ni un “sabotaje” como dice Metrovías, sino que están “velando por la seguridad de los pasajeros” y agregó que no quieren “ser cómplices de una catástrofe”. “Las máquinas están colapsadas porque no tienen un mantenimiento profundo, rápidamente se hacen pelota y lo que se rompe se emparcha”, afirmó el delegado de la línea E, Beto Pianelli, a Página/12. “La solución sería que la empresa se decida a invertir los más de 200 millones que le da el Estado nacional en calidad de subsidios”, detalló Claudio Dellacarbonara, de la línea B.

Los trabajadores vienen presentando sin éxito reclamos en la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT). Desde agosto, la empresa lleva tres denuncias ante el Ministerio de Trabajo y una presentación judicial por “daño agravado, interrupción del servicio público, amenazas coactivas y lesiones”. Los argumentos de la vocera de Metrovías, Lucila Maldonado, coincidan con los de la cartera de Trabajo. “De repente, tienen averías todos los trenes, esto pasa siempre en la hora pico. Los delegados del subte buscan su propia carrera política”, acusa.

Responsables de prensa del ministerio señalaron a este diario que “no llama la atención que hechos como estos se repitan en épocas preelectorales”. Además, anticiparon que se firmó un acuerdo entre la Unión Tranviaria Automotor (UTA) y Metrovías que “da respuesta a las situaciones laborales pendientes, vinculadas a las categorizaciones y reubicaciones”. Sin embargo, esto no significa cambios en el plan de mantenimiento de las máquinas.

La dirección del sindicato está enfrentada con los representantes del subte, quienes fueron reelectos en septiembre del año pasado y toman sus decisiones a través de asambleas. Por esto la UTA elevó al Tribunal de Faltas y Etica gremial “las pruebas del comportamiento” y convocarán a un congreso para sancionar y expulsar a los delegados. A través de un comunicado, el gremio calificó a los delegados como “fabricantes de rumores” y dijo que sería “mucho mejor que estén afuera”.

Informe: Sebastián Abrevaya.