Nada hace pensar que la convulsionada Córdoba retome la calma después de la reñida y cuestionada elección del 2 de septiembre, en la que el delfín desalotista Juan Schiaretti se alzó con la victoria por un exiguo 1,1 por ciento de los sufragios en medio de denuncias de “robo y fraude”. El juecismo no está dispuesto a arriar sus banderas y prepara el regreso a las calles para reclamar que “se abran todas las urnas para un recuento voto a voto, en el escrutinio definitivo. La convocatoria de la “Multisectorial contra el Fraude” será para el jueves próximo con un cacerolazo en la ciudad de Córdoba, de la que participarían referentes nacionales como el obispo misionero Joaquín Piña. Los apoderados del Frente Cívico y Social (FCyS) volvieron a recusar a la jueza electoral Marta Vidal por “enemistad manifiesta” y “adelanto de opinión”, después de que la magistrada admitiera públicamente que querellará a Luis Juez por poner en dudas su “honor y prestigio”. El Superior Tribunal de Justicia (STJ) rechazó ayer mismo el reclamo juecista.

Luis Juez bajó raudamente las escaleras de su estudio jurídico y alguien elogió su estado físico. El intendente respondió con una humorada que refleja el desgaste de las extenuantes jornadas que sucedieron a la elección: “Ya tengo menos piernas que una foto carnet”, le dijo. Juez se dirigía a presidir una multitudinaria reunión del Partido Nuevo. Allí, se discutían anoche los detalles para retomar el reclamo callejero del conteo voto a voto. La movilización convocada por la “Multisectorial contra el Fraude” –que componen partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales– ya tiene fecha y modalidad. Será el próximo jueves por las calles de la ciudad de Córdoba con un “cacerolazo”.

Cerca del candidato del FCyS justifican la convocatoria en los planteos que les hace llegar la gente, con un curioso ejemplo. “Algunos te dicen que elaboremos el duelo, pero lejos de aceptar la pérdida, la gente está en la etapa de expresar toda su bronca por lo que sucedió”, argumentó un estrecho colaborador de Juez a Página/12. El juecismo también quiere romper la sensación de aislamiento nacional en su reclamo, por eso empezó a convocar a algunas personalidades, aunque la invitación será selectiva “porque muchos se querrán subir a este carro”. Hasta ayer, habían comprometido la presencia en Córdoba del obispo Piña, al que consideran un “símbolo de la pelea contra el fraude electoral”.

El octavo día del recuento electoral en los tribunales cordobeses también fue agitado. El apoderado del FCyS, Miguel Ortiz Pellegrini, volvió a recusar a la jueza Vidal. La magistrada admitió ante la consulta de los periodistas que iba a “querellar” a Juez cuando termine con el escrutinio. “No voy a permitir que se pongan en duda mis 27 años de prestigio en la Justicia porque alguien diga cosas sobre mi persona y mi honor”, sentenció Vidal ante los micrófonos. Juez la había acusado de “inepta, incompetente y puntera de (José Manuel) de la Sota”.

Ortiz Pellegrini pidió el apartamiento de la jueza por “enemistad manifiesta” contra uno de los candidatos en la disputa palmo a palmo del escrutinio definitivo, en el que debe impartir justicia. Pero el apoderado también incorporó en su escrito el supuesto delito de “adelanto de opinión”. La jueza dijo que “abriría” las urnas cuestionadas por el juecismo para contar los votos. “No quieren abrir todas las urnas porque violarían el Código Electoral de la provincia, pero está dispuesta a violarla de a una, cuando ese es un tema que debe resolver el STJ”, replicó el abogado.

Tras la acusación, la jueza abandonó el escrutinio y paralizó la “mesa de disidencias”, donde se analiza la situación de las urnas cuestionadas. Antes había revisado junto a la fiscal Patricia Oscaris, la urna masculina 3857 de la capital, de donde serían los sobres y boletas encontrados por el cartonero Ramón Moreno, aunque ambas se negaron a comentar sus conclusiones.

El PJ, que llamó a silencio a Schiaretti y a su compañero de fórmula Héctor “Pichi” Campana, salió a responder la nueva recusación juecista a través de un comunicado firmado por la oficialista Unión por Córdoba. “La intención de Juez es anular las elecciones y mansillar las instituciones de la democracia”, sostiene el escrito que difundieron. En tanto, la estrategia de comunicación está puesta en el reiterado spot que copa las tandas de radios y canales de TV locales. Allí afirman que “las urnas ya se abrieron” y que “Juez no presentó ninguna prueba de fraude”.

En tanto el STJ, que ya había ratificado a la jueza, volvió a respaldarla. El lunes definirían la solicitud de abrir todas las urnas y recontar voto a voto. Para entonces, el juecismo, que espera una resolución desfavorable, tendrá puesto todo su esfuerzo en volver a sacar a la calle su reclamo.