EL PAíS › SEÑALES DE ESTADOS UNIDOS PARA RECOMPONER LAS RELACIONES

Llegó el día después de la valija

En el gobierno argentino aseguran que Estados Unidos envió mensajes para bajar los decibeles por el escándalo de los 800 mil dólares de Antonini Wilson. Ven con buenos ojos a la jueza del caso y esperan la respuesta del pedido de extradición.

 Por Martín Piqué

“Nos han hecho llegar un mensaje. Que nunca nos quisieron involucrar en esto y que quieren circunscribir el caso a Venezuela.” Habituado a conversar con representantes de Washington, el funcionario eligió esa frase para contar las últimas novedades del affaire Antonini Wilson. El funcionario suele fatigar los despachos del primer piso de Balcarce 50. Según esa lectura, el gobierno de Bush habría propuesto bajar el nivel de confrontación desde los medios. Aparte de observar ese gesto de Estados Unidos que buscaría bajar los decibeles, en el Gobierno elogian la actuación de la jueza argentina que interviene en el caso, María Marta Novatti. “La Justicia está actuando con mucha prudencia y corrección”, dijeron. Hasta ahora la magistrada no llamó a declarar a ninguno de los funcionarios que acompañaron a Antonini Wilson en el avión desde Venezuela. Se trata de Exequiel Espinoza, titular de Enarsa, y Claudio Uberti, desplazado del Occovi, el ente de control de autopistas.

En el Gobierno creen que ya pasó la peor andanada de revelaciones del caso. “Hoy se ha caído el impacto inicial que tuvo el tema, cuando uno de los acusados decía lo que decía. El fiscal (adjunto de Miami, Thomas Mulvihill) ya no habla de que el dinero de la valija era para la campaña de Cristina. Habla exclusivamente de los actos de espionaje de los venezolanos. Lo único que hay respecto de la Argentina es esa supuesta grabación de una conversación donde uno de los tipos dice que el dinero es para la Argentina. Es todo lo que hay”, dijo el funcionario a Página/12.

Según la versión que circula en el gabinete, el fiscal Mulvihill se está concentrando sobre los otros venezolanos cercanos de Antonini Wilson y, al mismo tiempo, estaría dejando de lado la revelación sobre el destino de los 800 mil dólares. “Las supuestas pruebas sobre el dinero para la Argentina son muy poco firmes”, aseguraron. Incluso hay funcionarios que no descartan que la declaración de Franklin Durán sobre el destino de los fondos se haya producido debido a “un apriete”. Durán dijo que el dinero de Antonini Wilson estaba dirigido a la campaña de CFK. Su testimonio figura en la investigación del FBI.

Desde el Gobierno también defendieron la decisión de la jueza en lo penal económico María Marta Novatti de no citar a declarar ni a Uberti ni a Espinoza. “¿Qué le van preguntar a Uberti? El dinero era de Antonini. Eso figura en la declaración de Antonini cuando se levantaron las actas. ¿A título de qué lo vas a citar? ¿Que subió al avión? ¿Qué delito es?”, argumentaron para separar a Uberti y Espinoza de la situación de Antonini. Para la Justicia argentina, Antonini cometió el delito de contrabando. También se lo acusa de intento de lavado de dinero. En el último exhorto que emitió la jueza Novatti, se incorporó también la acusación de lavado de dinero por pedido de los fiscales Mariano Borinsky y María Rivas Diez.

Luego de que la Policía de Seguridad Aeroportuaria detectara los 800 mil dólares de la valija, ese cuerpo denunció el caso a la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) del Ministerio de Justicia. En esa investigación, paralela a la que lleva adelante la jueza Novatti, el único imputado también es Antonini.

La Cancillería envió a Wa-shington un segundo exhorto para que Antonini sea extraditado a la Argentina. Para darle más fuerza al pedido, un funcionario de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Cancillería asumió personalmente la tarea de llevar el exhorto hasta Washington. La embajada argentina en Estados Unidos, que todavía no tiene embajador porque Héctor Timerman aún espera su placet, se encargará de llevar el escrito hasta el Departamento de Estado. Para que el trámite sea aceptado por Estados Unidos, el exhorto debe cumplir con las normas del tratado bilateral de extradición vigente con Washington.

La suerte del pedido dependerá de la situación legal de Antonini en tierra norteamericana. Si se encuentra en calidad de testigo protegido por haber colaborado con la investigación del FBI, algo que el fiscal Mulvihill hasta ahora no confirmó, su extradición a Buenos Aires quedaría trabada para siempre. En ese caso el trámite será en vano.

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El canciller Jorge Taiana y el embajador de los Estados Unidos, Anthony Wayne.
Imagen: Télam
 
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