Después de una audiencia realizada ayer en Miami, el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello, detenido por el escándalo de una valija con 800 mil dólares que se le incautó a Guido Antonini Wilson cuando intentaba ingresar en Argentina, quedó más comprometido en el caso por nuevas evidencias sobre su vínculo con la inteligencia venezolana. Junto con tres venezolanos –uno de los cuales ya se declaró culpable–, Paciello está acusado de actuar como agente encubierto de Venezuela para presionar a Antonini Wilson y ocultar el origen y el destino del dinero en la valija. La jueza federal de Miami Joan Lenard revocó ayer una fianza de 150 mil dólares para la libertad provisional que antes se le había fijado a Paciello y ordenó que siguiera detenido, como pretendía el fiscal Thomas Mulvihill. La decisión fue tomada por la jueza tras escuchar el testimonio de un agente del FBI, Justin Kridar, que obtuvo evidencia en la casa del uruguayo: de los archivos de su computadora personal y otros documentos surgiría su vínculo con la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip). La principal acusación contra Paciello es que recibió en el aeropuerto de Miami a un agente de inteligencia venezolano que viajó para reunirse con Antonini Wilson y que vigilaba los encuentros para evitar que los siguiera el FBI. Como se informó, el juicio fue postergado hasta junio próximo, para dar tiempo a que los acusados conozcan las pruebas –cientos de grabaciones y filmaciones– presentadas en su contra por la fiscalía.