A pesar de la falta de oferentes en el mercado cambiario, los dólares volcados ayer por el Banco Central fueron más que suficientes para salvar la ausencia e, incluso, incentivar una nueva baja en la cotización de la divisa. Desde temprano, el organismo desplegó todo su poder de fuego y logró una nueva caída del dólar, que terminó en el segmento mayorista en 3,117 pesos. Al público también se retrajo. En agencias y casas de cambio las pantallas lo mostraban al cierre de las operaciones en 3,12 pesos para la compra y 3,15 la venta.

No bien iniciada la rueda, la entidad que conduce Martín Redrado hizo la primera intervención fuerte, incentivando al resto a seguir ese camino. El saldo de su intervención llevó a una pérdida de 100 millones de dólares en sus reservas internacionales, cuyo stock se ubicó en 48.780 millones. De esta manera, el Central echó por tierra cualquier amenaza de venta a causa del reinicio de la protesta de un sector del campo. En cambio, los movimientos a lo largo del día fueron serenos y marcaron una recuperación de las acciones y bonos.

El MerVal marcó una nueva mejora, esta vez de 0,8 por ciento, hasta los 2233 puntos, impulsado por las acciones de Petrobras, Tenaris y Siderar, que concentraron el 58 por ciento de la operatoria, que reunió apenas 66 millones de pesos negociados. La petrolera brasileña recibió una mejor nota corporativa por parte de la calificadora Standard & Poor’s, lo que le permitió obtener una ganancia de 3,2 por ciento.

Los bonos operaron con su-bas moderadas, manteniendo el tono cauteloso en espera de definiciones en el conflicto rural. El Discount avanzó 1,2 por ciento, hasta los 98 pesos. El Boden 2012, el 2013 y el Bonar 7 cayeron 0,5 por ciento. El total negociado de títulos públicos en el MAE fue de 854 millones de dólares. Más allá del resultado, los informes que llegan al recinto bursátil no prevén un rumbo definido en los papeles, al menos mientras persista la medida de fuerza agraria. No obstante, el Central sigue defendiendo los precios desde hace unos días, transformándose en un activo comprador de renta fija.