Los presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Ecuador, Rafael Correa, se comprometieron ayer, luego de una tensa reunión, a proseguir las negociaciones para normalizar las relaciones entre ambos países. Según fuentes del gobierno brasileño, los presidentes acordaron buscar una solución a sus diferencias en forma tranquila y “sin ruidos” durante una reunión de 50 minutos que mantuvieron en Costa do Sauipe luego de las cumbres. Brasil, sin embargo, no anunció cuándo enviará de regreso a su embajador en Quito, llamado en consulta hace casi un mes. El problema entre ambos países surgió luego de que Correa dejara de pagar una deuda con el Banco de Desarrollo Económico y Social (Bndes), de Brasil, correspondiente a un crédito para la construcción de una central hidroeléctrica realizada por la empresa brasileña Odebrecht. La central, inaugurada en 2007, dejó de funcionar en junio pasado y Correa culpó a Odebrecht por los fallos: expulsó a la empresa del país y presentó un recurso ante la Corte de Arbitraje de Comercio Internacional por su deuda con el Bndes. En la reunión de ayer, según el gobierno brasileño, Correa se comprometió a pagar la segunda cuota de la deuda antes de su vencimiento.