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- Elisa Carrió (ARI): Para que haya un PT en la Argentina tiene que haber industrias, obreros e intelectuales. De manera que para eso hay que hacer en la Argentina una política industrialista, obrera y universitaria. Lo que sostengo es que Brasil tiene características distintas a la Argentina. Lo que no significa que no pueda haber en nuestro país una fuerza progresista, homogénea y abierta a la sociedad.
- Luis Zamora (AyL): Lo más rico que tiene el movimiento antiglobalización y anticapitalista es que los procesos son singulares en cada país y buscar reproducirlos sería un error. Es como intentar constituir un movimiento zapatista en la Argentina o Brasil. El PT salió de los obreros de San Pablo: no fue una serie de tendencias que lo fundaron sino que esas tendencias se incorporaron después, detrás del liderazgo de Lula. Acá se da otro proceso, a partir de asambleas, movimientos de trabajadores desocupados, fábricas recuperadas. Acá el proceso es más social, allá más electoral. Si acá intentáramos copiar el modelo, terminaría siendo un acuerdo de cúpulas que no duraría nada.
- Darío Alessandro (Frepaso): Soy bastante reacio a los modelos transplantados. Yo no veo en la Argentina un movimiento obrero tan potente como el de San Pablo ni un sector de la Iglesia tan comprometido como el que dio origen al PT. Aquí tuvimos radicalismo y peronismo, de manera que no se puede hacer una traslación automática. Yo veo, en cambio, la posibilidad de que sobre una base programática, se empiecen a hacer alianzas, no el desarrollo de un partido a lo largo de 20 años como es el caso del PT. Aquí se buscan los resultados más rápidos.
- Oscar González (Partido Socialista): Es un tema de civilización política. En la Argentina no hubo una izquierda desplegada, no hubo un compromiso con el movimiento obrero industrial e incluso hoy se está constituyendo el movimiento social, no en base a obreros metalúrgicos como fue el PT, sino a partir de piqueteros, desempleados, maestros, trabajadores estatales. Son situaciones muy diferentes.
- Patricio Echegaray (PC): No existe un solo modelo. En Uruguay, por ejemplo, la unidad no se hizo a través de un partido como el PT, sino en el Frente Amplio. Aquí no hay unidad porque los partidos fuertes fueron los populistas, el radicalismo y el peronismo. La izquierda siempre estuvo en los márgenes. Después del rechazo al “que se vayan todos”, buscamos un nuevo movimiento histórico, de izquierda, antiimperialista y anticapitalista, porque es obvio que el capitalismo argentino fracasó: los millones de pobres son una cabal demostración.
- Vilma Ripoll (MST): En la Argentina, durante años, propusimos la constitución de un PT. No se constituyó porque las corrientes del movimiento obrero siempre vienen apoyando a los partidos tradicionales. Ultimamente el CTA también rechazó esa postura y se alineó primero con la Alianza y después con el ARI, partidos que reivindican el capitalismo. No quieren hacer un partido de trabajadores. Hoy en día, si buscamos la conformación de una fuerza amplia, con posiciones disímiles, lo que más se aproxima a la unidad de la izquierda es Izquierda Unida.
- Jorge Altamira (PO): El PT no se armó como un frente de movimientos distintos. Fue una serie de dirigentes desilusionados del PC y de la guerrilla, mientras que algunas corrientes de izquierda decían entonces que Lula era una invento de la CIA. Lo concreto es que surgió como un movimiento de los sindicatos, una franja de la Iglesia e intelectuales. También es mentira que sea un movimiento democrático: por ejemplo, unacorriente interna tiene prohibido publicar un periódico hacia fuera del PT y en nuestro caso expulsaron a los compañeros de Causa Operaria. Cuando el sector de izquierda gana un congreso del PT, por ejemplo en Río de Janeiro, Lula lo intervino e impuso su política.