EL PAíS
“Son las más vulnerables”
Por Mariana Carbajal
“La corrupción nos afecta a todos, pero cuando se analizan casos concretos se observa cómo afecta siempre más a los más vulnerables y entre esos sectores están las mujeres y especialmente las más pobres, porque la corrupción quita derechos.” Así explicó la historiadora Ema Cibotti, una de las organizadoras del Foro, por qué convocaron únicamente a mujeres a debatir cómo combatir ese flagelo.
–¿Hay una percepción distinta de la corrupción entre varones y mujeres?
–Sí, los varones generalmente perciben el problema de la corrupción de una manera más vertical: lo ven sólo en el contexto de las instituciones, se centran en la corrupción de los funcionarios y lo vinculan únicamente con el aparato administrativo del Estado. Las mujeres, en cambio, tenemos una mirada más horizontal, nos fijamos en toda la sociedad, en todos los lugares donde nos afecta, en todo lo que nos falta por la corrupción.
–¿Cuáles son los objetivos del Foro?
–Nos interesa conocer experiencias concretas, saber qué están haciendo las mujeres en otras partes para combatir la corrupción. La idea es intercambiar estrategias y conformar una Red de Ciudadanas en Acción, interconectadas por Internet, que organice a las entidades de la sociedad civil de distintas países para luchar contra la corrupción, sumando a los medios, a legisladores y creando grupos de presión –el famoso lobby o cabildeo– para defender los derechos negados y promover otros nuevos. Es una forma de no quedar en la denuncia, de combatir la banalización de la problemática. Se dice que la corrupción está en todas partes, que nació con la Humanidad. Son planteos paralizantes. Está muy instalado en la sociedad que todos somos corruptos. Si todos somos corruptos, es como si no existiera el problema.