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La renovación del tercio del Senado dividiría a la Cámara alta en fuerzas casi iguales entre el oficialismo y el resto de la oposición. En las ocho provincias que hoy eligen en total 24 senadores –Córdoba, Santa Fe, Mendoza, La Pampa, Tucumán, Chubut, Corrientes y Catamarca– el kirchnerismo resignaría entre 4 y 5 bancas de las 12 que arriesga. Así, el bloque K reuniría 36 senadores, apenas uno menos del número necesario para lograr el quórum y sesionar. Para superar ese escollo deberá recurrir a los pocos aliados que le quedan dentro de los partidos provinciales que todavía conservan bancas en el recinto.

Los cálculos en el Senado son más lineales que en Diputados. En cada provincia se eligen tres senadores, dos por la mayoría y uno por la minoría. Es decir, sólo entran en la carrera el primero y segundo más votado en cada distrito. Las encuestas tampoco favorecen al kirchnerismo, aunque lo que se pone en juego le permitiría al oficialismo y a sus más firmes aliados mantener después del recambio legislativo de diciembre un ajustado quórum y mayoría.

En Chubut y La Pampa el oficialismo mantendría las dos bancas propias y el segundo lugar, en ambas provincias, sería para el radicalismo. En Tucumán, el kirchnerismo pone en juego una y ganaría dos. Allí le arrebataría las bancas por la mayoría que ahora están en manos de la bussista Fuerza Republicana. En tanto, el partido que fundó el ex represor compite por la restante, en un empate técnico, con el Acuerdo Cívico y Social y el peronismo disidente.

En Mendoza las dos bancas por la mayoría que ahora pertenecen al PJ pasarían a la alianza que lidera Julio Cobos, mientras que el peronismo mantendría una por la minoría. En Catamarca el Frente Cívico retendría dos bancas, mientras que el kirchnerismo busca quedarse con la de Ramón Saadi, quien dará pelea por mantenerla.

Muy distinta es la situación en Corrientes y Córdoba, donde el oficialismo perdería las dos bancas que ostenta por la mayoría en cada provincia. En Corrientes el PJ pone en juego dos bancas, pero quedaría fuera de la compulsa: la lucha se dirimirá entre la UCR, que marcha primera de la mano del gobernador Arturo Colombi y el cobismo segundo, con el primo del gobernador y ex mandatario provincial Ricardo Colombi. En Córdoba las dos bancas K pasarían al Frente Cívico de Luis Juez y la tercera está en disputa entre el PJ disidente de Juan Schiaretti y la UCR.

En Santa Fe la lucha será entre Carlos Reutemann, que tiene dos bancas por fuera del bloque K (Santa Fe Federal), y el socialismo, que retendría la otra pero aspira a arrebatarle al PJ la mayoría.

En el balance, el kirchnerismo se mantendría al filo del quórum: 36 senadores, uno menos que los 37 necesarios para alcanzar la mitad más uno. Para alcanzarlo, el oficialismo deberá seguir seduciendo al único representante del Movimiento Popular Neuquino, aliado del Gobierno. O buscar apoyo en los dos fueguinos del ARI, que han mantenido cierta independencia y no siempre han votado alineados con el resto de la oposición. La UCR, la CC y el PS tendrían entre 14 y 15 senadores. El peronismo disidente (que agrupa desde Carlos Menem e Hilda “Chiche” Duhalde hasta Carlos Reutemann y Juan Carlos Romero, pasando por Adolfo Rodríguez Saá) sumaría entre 8 o 9 senadores. Los partidos provinciales conservarán los 7 escaños restantes.