Previa a la reunión de ayer en Olivos, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que la situación en torno de la pastera Botnia, tras la resolución de la Corte de La Haya, “no se puede mirar por pedacitos” sino que debe ser “analizada en un todo”. Fernández negó, además, que el gobierno pretendiera que el presidente uruguayo, José Mujica, pida disculpas a la Argentina por la violación del Estatuto bilateral y pidió dejar transcurrir un tiempo para hablar “del tema del puente”. Fernández, como es habitual, también se refirió a la política local. El jefe de Gabinete aseguró que no tiene problemas con la oposición: “Separando a (Pino) Solanas, (Elisa) Carrió y (Julio) Cobos, yo no tengo problemas con nadie”, sostuvo. “Carrió no paró de insultarnos nunca y uno se cansa de que lo insulten”, señaló Fernández, quien consideró también que el vice “ha tenido un gesto de traición con la Presidenta”. Acerca de Solanas, dijo creer que “no es peronista”, y aseguró no tenerle “ningún respeto desde lo político”, ya que “está dentro de una izquierda perfumada”.