Domingo, 8 de junio de 2014 | Hoy
Por Horacio Verbitsky
Los grandes diarios, las consultoras de opinión pública, los blogs políticos se desviven imaginando escenarios post kirchneristas. El oficialismo niega el cierre de la experiencia iniciada en 2003 y postula la prolongación del liderazgo de Cristina más allá de 2015. Una idea poco discutida es que por primera vez la presidencia se decidiría en una segunda vuelta. También se describe un cuadro de dispersión entre el oficialismo, tres oposiciones del centro a la derecha y una de izquierda. Desde el gobierno no ocultan la desazón ante la ausencia de un candidato que encarne la continuidad y posea aptitud electoral. Las especulaciones conceptuales y numéricas giran en torno de las posibilidades de Sergio Massa, Daniel Scioli, quien resulte portaestandarte del FAUNEN y Maurizio Macrì (se señala como principal incógnita si el alcalde porteño jugará solo o en alguno de aquellos agrupamientos, ya que con Massa tiene afinidad ideológica y con FAUNEN complementariedad territorial). Pero la experiencia de los 30 años de la democracia argentina induce a la cautela:
- En junio de 1982 ni siquiera se preveía una elección presidencial, mientras se libraban las batallas decisivas de la guerra con Gran Bretaña. Incluso después de la apertura electoral nadie hubiera imaginado la candidatura de Raúl Alfonsín. Su victoria recién pudo entreverse dos semanas antes de las elecciones de octubre de 1983.
- En junio de 1988 faltaba un mes para la designación del candidato justicialista en comicios internos y el abrumador favorito era el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Antonio Cafiero. Quien hubiera vaticinado entonces la presidencia de Carlos Menem hubiera recibido tantas pullas como el precandidato riojano por sus patillas extravagantes.
- En junio de 1998 Fernando de la Rúa era precandidato radical, pero no el favorito para el año siguiente. Menem aún creía posible la reelección y su partido tenía dos opciones con mayor atractivo popular que el avicultor de Villa Rosa: el gobernador bonaerense Eduardo Duhalde y el artista Ramón Ortega.
- Durante la crisis de diciembre de 2001, ni siquiera Néstor Kirchner soñaba con enredarse en la banda presidencial y juguetear con el bastón de mando el 25 de mayo de 2003.
- En junio de 2006 se daba por descontada la reelección de Kirchner. La primera mención a una candidatura de su esposa se produjo recién ese mes en esta página, como una posibilidad con la que recién comenzaba a fantasear Kirchner.
Es decir que salvo las reelecciones de Menem en 1995 y de CFK en 2011, ninguna de las fórmulas triunfantes había sido prevista un año y medio antes de asumir el mando. Esto alcanza para decir que cualquier pronóstico para 2015 es ocioso y prematuro.
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