EL PAíS
El Mercosur silencioso
Víctor De Gennaro y el embajador argentino en Brasilia, Juan Pablo Lohlé, estuvieron entre los más entusiastas impulsores del encuentro amistoso entre Lula y Kirchner. Se conocieron hace apenas dos semanas, cuando De Gennaro viajó a Brasilia invitado por Lula para analizar algunos detalles de la visita y simpatizaron a primera vista. Durante el vuelo reanudaron el diálogo iniciado en Brasilia. “Los dos presidentes han sabido pasar por encima de las pequeñeces de quienes quisieran entorpecer esta relación estratégica. Este encuentro entre ellos es un sueño”, dice de Gennaro. “En ambos países y en ambas cancillerías hay sectores interesados en frenar los acuerdos. Es necesario recordar la historia. Lo mismo pasó cuando Frondizi se acercó a Janio Quadros o Alfonsín a Sarney. En Brasil hay empresarios que dicen que Estados Unidos es un socio comercial mucho más importante que la Argentina, a la que consideran un país que destruyó su economía y sus instituciones. Pero Lula tiene en claro que la Argentina y Brasil unidos tienen una voz potente en el concierto mundial. Hay cosas que no trascienden pero que son la base de un entendimiento de fondo que ya es irreversible. Es el Mercosur silencioso, del que la prensa nunca habla. Científicos argentinos controlan las salvaguardas nucleares en Brasil, y científicos brasileños en la Argentina. Ahora se van a impulsar lanzamientos satelitales conjuntos. Eso no ocurre entre la India y Paquistán, es único e impagable”, dice Lohlé. A ellos se suma el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, quien anuncia su propósito de conseguir a corto plazo la creación del Parlamento del Mercosur, cuyas dificultades analiza. “Nosotros podemos hacer una elección indirecta, porque tenemos una mayoría cómoda. En Brasil, en cambio Lula necesitaría una elección directa. Vamos a estudiar todos los mecanismos. Si vamos en serio, a mediados de 2004 podemos tener el instrumento legal.”