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El domingo pasado el Frente para la Victoria (FpV) ganó las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias por amplísima ventaja en Chaco y en Resistencia. El actual gobernador reelecto es Jorge Capitanich. Aspira a sucederlo por el FpV el intendente Domingo Beppo. Su contrincante es la radical Aída Ayala, actual intendenta de Resistencia reelecta dos veces.

Capitanich fue por la intendencia, entre otros motivos, para robustecer las perspectivas del kirchnerismo frente a una aspirante legitimada en la principal ciudad de la provincia. Fue una jugada con riesgos, parece que le salió perfecta.

Chaco es uno de los cuatro distritos que eligen sus autoridades con el sistema de doble vuelta. Y el único que comparte las reglas que rigen en el sistema nacional: ballottage imperfecto que permite una victoria en primera vuelta inexorable con el 45 por ciento de los votos y posible con el cuarenta. No es definitivo el veredicto, pues. Pero el margen conseguido para gobernador e intendente presupone que es muuuy difícil que la oposición revierta el resultado. Los votos obtenidos por el FpV en ambos distritos superan lejos los números necesarios para triunfar en primera vuelta.

Ambas fuerzas trataron de sacar provecho armando el calendario electoral, donde gobiernan. La elección provincial queda lejos, en septiembre. Ayala pensó que desdoblando la fecha en Resistencia minaría la onda expansiva de la candidatura de Jorge Capitanich. Federalismo al mango si se quiere aunque también es una ventaja adicional para el que gobierna que descuajeringa el cronograma general. Sería difícil corregir esas reglas, porque depende de la voluntad conjunta de todos sus beneficiarios.

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Desde 1983 el peronismo ganó en cuatro votaciones para gobernador: las dos primeras y las dos últimas. Un partido provincial, liderado por el gobernador de facto y represor José Ruiz Palacios primó una vez aunque el ex dictador no pudo ser candidato por razones legales.

El radicalismo se alzó con tres mandatos. Angel Rozas, su figura más prominente, fue gobernador dos veces.

Capitanich había perdido en dos ocasiones y ganó por un puñado de votos su primera vez. Ahora va por un éxito en doblete.

La UCR es la histórica contendiente, pero esta vez Ayala armó frente con un amplio espectro opositor, que sumó al PRO, al Frente Renovador y a Libres del Sur entre otras expresiones. No le bastó ese seleccionado de “Resto del Mundo”, ni siquiera para mitigar el mal trago de la noche del domingo. Ningún dirigente de primer nivel, ni siquiera un correligionario, viajó a Chaco para acompañarla en ese trance arduo.