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Ante las críticas lapidarias de la Cámara Federal, el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, salió a contestar. “Las reacciones corporativas son ciegas, sordas y mudas ante el fabuloso reclamo social de tener una Justicia mejor”, reprochó. “Lo que resulta inconstitucional en la Argentina es la impunidad”, contraatacó. “La justicia federal penal de la Capital –dijo Beliz– no ha sido un ejemplo de eficacia en la investigación y castigos de los delitos más escandalosos contra la administración pública. Ha sido en gran parte responsable del inmerecido descrédito y falta de confianza que deben padecer magistrados de otros fueros, que cumplen con auténtica vocación su función judicial. Por eso, su reforma, despolitización y transparencia resulta imprescindible. No habrá seguridad jurídica si no revertimos esta situación.” Los camaristas federales se sienten maltratados. Ellos fueron, por ejemplo, los que reabrieron las causas sobre violaciones a los derechos humanos después de la anulación de las leyes de impunidad impulsada por el Gobierno.