EL PAíS › DE KIRCHNER PARA SCHWARZENEGGER
Hasta la vista, baby
Por M. G.
El gobernador de California fue atento con el presidente Néstor Kirchner. Kirchner debería ser atento con Schwarzenegger, uno de los políticos más populares de los Estados Unidos, y gentil con California, dueña de un producto bruto interno equivalente a 40 productos brutos de la provincia de Buenos Aires. Puesto que Schwarzenegger ofreció más información sobre Cogent, el Presidente podría ser igual de cortés y aportarle a Schwarzenegger buena información sobre Ciccone. A continuación, la carta que el Presidente nunca escribió ni escribirá. Es, pues, ficción en la forma pero no en los datos, tan reales como la evidencia de un historiador.
El imaginario mensaje a Schwarzenegger diría así:
“Señor gobernador de California:
”He recibido con interés su carta en la que me informa sobre la empresa Cogent, con sede en California. Como no quiero que usted sea sorprendido en su buena fe, le informo que en la Argentina la empresa que actúa como representante asociada a Cogent es Ciccone Calcográfica. No quiero apabullarlo, señor gobernador. Tampoco espantarlo en su idea de que las empresas norteamericanas se pueden asociar con firmas argentinas. Al contrario. Solo deseo que tenga un panorama claro para que perciba que no todas las empresas argentinas son como Ciccone.
”Ciccone fue siempre un gran proveedor del Estado y un problema para el Estado. Cuando se presentó en concurso de acreedores, Ciccone Calcográfica le debía al Estado argentino 255 millones de pesos. Poco más de 80 millones de dólares. Por sus relaciones con el Estado, durante el gobierno de Menem, Ciccone fue beneficiada con la impresión de billetes. Era simple. La Casa de Moneda, presidida por un operador de negocios que aquí conocíamos como Gordo Bolú, Armando Gostanian, siempre consideraba que no reunía las condiciones y ella misma quedaba afuera. Ciccone llegó a afrontar un proceso judicial en Tucumán. Puede confirmarlo, porque un ex embajador de su país, James Cheek, debió declarar ante la Justicia.
“Un honesto proveedor de Ciccone, Norberto Crespo, demandó penalmente a Héctor Ciccone, Nicolás Tadeo Ciccone, dueños de la empresa, Mario Verdún, gerente general, y Daniel Reyes, gerente financiero. Aportó a la Justicia un video en el que aparece Reyes y ofrece a Crespo un arreglo por fuera del concurso de acreedores, es decir, irregular. El objetivo era comprarle su voto para garantizar un buen acuerdo. En el video, Reyes se jacta de que ‘cagar a la AFIP ya está, cagar a IBM ya está, cagar al Societé ya está, cagar a Sagem ya está’. La AFIP es la Administración Federal de Ingresos Públicos. No necesito explicarle qué es IBM. El Societé es un banco francés. La firma Sagem también es francesa. Todavía es socia de Ciccone, que al parecer intenta reemplazarla con Cogent. Luego Reyes podrá decir: ‘Cagar a Cogent, ya está’.
”Quizás usted se compadezca por los hermanos Ciccone. Le convendría leer bien el texto del concurso, porque figuran allí todos los familiares directos y los vínculos entre la empresa y el aparato del Estado. Los Ciccone reconocieron el derecho a cobrar su deuda a ellos mismos. A un yerno, Pablo Amato. A una esposa, Olga Beatriz. A una hija, Ana María. A otra, Graciela Cristina. A otra esposa, Olga. A Reyes. Y a un sobrino, Gustavo.
”La lista de acreedores tiene proveedores normales, gente como Crespo, y lobbyistas. Santiago Lozano, por ejemplo, que en la Argentina trabajó con Adelina Dalesio de Viola, una conservadora seducida por Menem que debió dejar la función pública por el escándalo de una mesa de dinero. Hay un ex secretario de un ex secretario de Inteligencia, estos días procesado por presunto encubrimiento en la causa de la AMIA, una bomba que en 1994 mató a 86 personas en el peor atentado antisemita luego del Holocausto. Entre los acreedores está también Liao hsush Yng, lobbyista de la República Popular China, un país que los gerentes financieros de Cogent en la sede de Shenzhen conocen en todos sus vericuetos.
”Tal vez un funcionario de su país le pueda presentar a un hombre de consulta permanente por parte de Ciccone, Mario Montoto. En la reciente asamblea de la Organización de Estados Americanos funcionarios de mi gobierno lo encontraron conversando muy animado con Eugenio Pallarés, de su embajada en la Argentina, casualmente de paso por los Estados Unidos. El señor Montoto es un buen amigo de sus amigos, dicen sus amigos, y se jacta de tener relaciones privilegiadas en los Estados Unidos al mismo nivel de las que ostentaba en vida Rodolfo Galimberti. Galimberti solía enorgullecerse de sus vínculos con la Agencia Central de Inteligencia. Era una versión difícil de creer del todo. Pero no se asombre, señor gobernador: aquí sabemos que algunos viejos agentes ya raleados de la sede central de la CIA recibían pagos de la Argentina durante el gobierno de Menem y también del de Duhalde. Puede consultar por esta información a Francisco Aguirre.
”La Argentina es un país extraordinario pero tiene sus curiosidades. Muchos de los que aquí tienen trato en los Estados Unidos creen o quieren que creamos que los países necesitan intermediarios, cuando para entendernos nos alcanza con los gobernantes y los diplomáticos. Los intermediarios, a veces, hacen ruido.
”Las empresas extranjeras suelen pedir seguridad jurídica. Y tienen razón. Pero deberían empezar por asociarse con empresas argentinas sanas, que las hay. Si no, contribuirán a la inseguridad jurídica en la Argentina, se perjudicarán a ellas mismas y terminarán denunciando corrupción luego de haber contribuido a fomentarla. Su obligación como gobernador es alentar los negocios de las empresas californianas. La mía como Presidente es ayudar a los inversores pero a la vez combatir la corrupción en la Argentina.”