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Con una concentración frente al edificio de la Cámara Criminal y Correccional porteña, un grupo de familiares de las 194 víctimas de Cromañón repudió la decisión de los jueces de la Sala V, que modificó la acusación al ex gerenciador del boliche de Once, Omar Chabán. Los deudos pretendieron entrevistarse con los magistrados, pero no lo lograron. Incluso los esperaron durante horas frente al edificio y cortaron la calle Viamonte. No obstante, otros familiares se mostraron conformes con la medida. “No creemos que esto sea algo tan terrible”, dijeron; el motivo central de esa postura es que “el delito se mantuvo como doloso y no como culposo”, lo que supone que la posible condena siga siendo alta. La posición consensuada se conocerá dentro de dos días, cuando se cumplan nueve meses de la tragedia.
Salvo un automovilista que cruzó la calle cortada y arrastró un pasacalle que habían desplegado los familiares de las víctimas, no hubo incidentes. La actitud provocó que algunos padres reaccionaran contra el automóvil del hombre. “Indignación e impotencia” es lo que sintió Nilda Gómez, de la ONG Familiares por la Vida, al conocer el cambio de acusación. “Esto es una aberración. Cromañón fue un homicidio simple con dolo eventual y la prueba son los cuerpos de los chicos, la puerta cerrada intencionalmente, la falta de habilitación y el material tóxico (en la media sombra). Todo es una maniobra para confundir. Se dice que a Chabán le pueden dar más de 20 años, pero eso quiere decir que sobre él va a recaer toda la culpa y no sobre el resto de los involucrados”, argumentó la mamá de Mariano.
Por su parte, Mercedes Blanco, madre de Lautaro y miembro del grupo Que no se Repita, en diálogo con Página/12 admitió que la aparición del “estrago” en la causa “no nos sorprende porque era una posibilidad que veníamos manejando”. En su criterio, “la figura no modifica las (posibles) penas contra Chabán. El delito se mantuvo como doloso y no cambió a culposo, que era nuestra principal preocupación. Es más –añadió–, me parece atinado que no hubiera un pronunciamiento contra los funcionarios, porque todavía no todos fueron indagados”.
“Ahora van a decir que esta nueva carátula tiene una pena alta, pero cuando vayamos a juicio oral puede volver a bajar a culposo”, fue la interpretación que hizo Ramón Giralt, padre de Emiliano. Junto con él, que hasta las 18 esperó frente al edificio de Viamonte y Libertad la salida de los camaristas, estuvo Ricardo Righi quien opinó que “la calificación de la (etapa de) instrucción, que tiene semiplena prueba, tiene elementos suficientes para que el homicidio culposo no fuera cambiado. Los jueces debieron esperar hasta el juicio oral”.
Por su parte, Daniel Rozengardt, tío de Julián, consideró que “la resolución de la Cámara parece ser un espaldarazo a la primera instancia. Se mantienen las tipologías de doloso y culposo y aquí aparece el problema con el que tenemos que tener cuidado porque las acusaciones con la que se llega el juicio no son las de la Cámara, sino la de los querellantes. Y si algunos opinan que tiene que ser homicidio y otro estrago vamos a estar complicados”.

Informe: Adrián Figueroa Díaz.