EL PAíS › EL COMANDO DE BIELSA PREPARA EL “SPRINT” FINAL
Buscando el efecto olimpíada
¿En qué se parecen “efecto olimpíada”, “Leguisamo”, “rush” o “sprint”? Son las palabras que los estrategas de Rafael Bielsa están usando como claves para el último mes de la campaña. Aunque suenen como nombres de operaciones especiales –y que por eso le gustarían al canciller, un fanático de las tramas de espionaje–, expresan más bien las necesidades y expectativas del kirchnerismo porteño. Como Bielsa no está primero en las encuestas, los sondeos lo ubican entre el segundo y tercer lugar, el equipo de campaña fantasea con una arremetida final a puro vértigo. “Lo que viene es televisión, mucha televisión. Y asociar su candidatura a la figura de Kirchner”, anticipaba ayer un dirigente del PJ porteño, “albertista” por supuesto, y con mucha influencia en la ciudad.
Para darle crédito a la hipótesis de la remontada, en el oficialismo enumeran tres factores. Dicen que hasta ahora Kirchner no se involucró al ciento por ciento en la elección y que cuando eso suceda se producirá un efecto contagio. Confían en que Mauricio Macri no podrá crecer más entre los independientes porque tiene una alta imagen negativa (eso le daría chances a Bielsa para polarizar con Elisa Carrió y dejar atrás a Macri). Por último, dicen que las diferencias entre el canciller y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, están bastante diluidas.
Una escena parece confirmar esa visión. El domingo, Bielsa y Alberto Fernández hicieron una recorrida juntos por San Telmo. Estuvieron acompañados por Jorge “Topo” Devoto, cercano a Bielsa, y Víctor Santa María, hombre de Fernández. Además de hablar con los vecinos en Parque Lezama, visitaron el estudio del orfebre Juan Carlos Pallarols: los bastones presidenciales llevan su firma. Bielsa y Fernández se imaginaron portándolos. La broma fue festejada con risas, alguien advirtió que no sacaran fotos para “no enojar a Kirchner”.
El episodio refleja, aparentemente, una descompresión entre ambos. También se los vio sonrientes en el acto de fomento a las pymes, ayer en la Rosada. Se sacaron fotos con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, cuya imagen positiva quieren explotar en la campaña. Antes del acto, Bielsa estuvo con el Presidente. Y tuvo tiempo de criticar a Eduardo Duhalde, Macri y Ricardo López Murphy: los llamó “náufragos que no tienen puerto”. La frase debe haber entusiasmado a Kirchner. El domingo, en una entrevista, Bielsa había elogiado la labor de Duhalde en el Mercosur.