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Los pistones van a toda marcha, los engranajes no paran, en las líneas de montaje se trabaja a toda velocidad. Esa es la sensación que transmiten los números de la producción industrial. En noviembre, la actividad volvió a crecer con fuerza. Fue un 8,9 por ciento en relación a igual mes del año pasado y 0,4 respecto a octubre último, según el Estimador Mensual Industrial (EMI) del Indec. Con estos resultados, entre enero y noviembre la expansión fue del 7,7 por ciento en comparación a igual período de 2004. El Ministerio de Economía tuvo un motivo adicional para celebrar: el crecimiento se dio junto a una caída del uso de la capacidad instalada, lo que refleja un aumento de la inversión para elevar los niveles de producción.
Como viene ocurriendo a lo largo del año, el sector estrella fue el automotor. La suba interanual del 27,6 por ciento en su actividad fue por lejos la más alta de todos los rubros fabriles. La expansión se debe a un crecimiento de las exportaciones y al repunte del mercado interno. Contra octubre, la suba también fue significativa: 16,7 por ciento. De todos modos, la evolución fue positiva en la gran mayoría de las ramas fabriles.
La producción de minerales no metálicos, ligados a la construcción, aumentó 14,5 por ciento contra noviembre de 2004. En este sector se observaron crecimientos en cemento (29,1 por ciento) y en el resto de los materiales (25 por ciento), mientras que hubo una baja de 15,4 por ciento en vidrio. El tercer escalón quedó para el refinado de petróleo, que tuvo una mejora de 10,3 puntos, y el cuarto para la industria textil, con 10,1. La elaboración de sustancias y productos químicos mejoró 8,9 por ciento. En el rubro “Edición e impresión” la variación positiva fue de 9,6 por ciento, mientras que en “Caucho y plástico” hubo un alza de 8,4 puntos.
En la industria alimenticia se observó un salto de 8,4 por ciento. Se destacó la producción de azúcar que avanzó nada menos que 125,9 por ciento interanual, alcanzando un record histórico según el Indec. Finalmente, la producción de aluminio primario tuvo un incremento de 2,4 por ciento y la de acero crudo, del 0,5. En contrapartida, la industria del tabaco retrocedió 6,7 por ciento.
En cuanto al uso de la capacidad instalada, bajó al 71,6 por ciento, luego de haber tocado un techo de 74,3 en setiembre. En octubre ya había retrocedido a 73,1. Esta declinación en un contexto de aumento de la producción obedece a un incremento en las inversiones de bienes de capital y accesorios para ampliar la producción, y algunas paradas técnicas en varios rubros.
Con referencia a la encuesta cualitativa industrial, que mide expectativas de las empresas, el 51,5 por ciento de las empresas anticipa un alza de la demanda interna en 2006, el 42,4 no prevé cambios y el 6,1 vislumbra una caída. En tanto, el 75,8 de las firmas no advierte cambios en la dotación de personal para el año próximo y el 24,2 estima un alza con respecto 2005. Por el lado de las exportaciones el 50,5 por ciento de los consultados estima un suba, contra el 10,1 que considera que disminuirán, al tiempo que el 39,6 por ciento restante considera que continuarán estables.