La ciudad de Gualeguaychú podría sufrir por efecto de las papeleras perjuicios cercanos a los 800 millones de dólares, de acuerdo con los datos de un estudio encargado por la sociedad civil que fue acercado al Gobierno. La actividad turística, la principal fuente de empleo en la región, es la más amenazada, particularmente por el olor a huevo podrido que emanan las plantas de celulosa.

Los estudios técnicos evaluados en la Comisión Binacional señalan al respecto que, cuando las celulosas de Fray Bentos se pongan en marcha, “van a ser ampliamente detectables por el olfato”, ya que los gases tendrán “un impacto acumulativo potencial del 64,5 por ciento por encima de su nivel de detección”.