El represor Pascual Guerrieri, quien violó su detención domiciliaria, permaneció ayer preso en Campo de Mayo y hoy será llevado ante el juez federal Ariel Lijo, quien posiblemente le impida volver a su domicilio y le fije nuevo lugar de detención. Guerrieri, ex agente del Batallón de Inteligencia 601 y jefe del centro clandestino Quinta de Funes, gozaba del beneficio del arresto domiciliario por ser mayor de 70 años hasta el sábado a la mañana, cuando se presentó en el Regimiento I de Patricios. Dijo que había salido para ir a una óptica y que cuando volvió se encontró con periodistas que lo esperaban en la puerta de su casa, por lo que no se atrevió a entrar. Pero en el Regimiento no quisieron recibirlo.