Felisa Miceli aprovechó la reunión que tuvo ayer en Washington con el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, para reclamar por las papeleras. El organismo tiene en estudio financiar la construcción de las fábricas en Fray Bentos a través de su brazo crediticio para el sector privado, la Corporación Financiera Internacional. La ministra de Economía le pidió “que tenga en alta consideración el impacto ambiental acumulado” que provocarán las pasteras. También le entregó una carpeta que explica la posición argentina en el conflicto. Wolfowitz se limitó a responder que la entidad ofrece apoyo crediticio a los proyectos que cumplen con las normas internacionales de medio ambiente. Los préstamos a Botnia y Ence en evaluación de la CFI suman un total de 400 millones de dólares. El dinero fue solicitado para la etapa de construcción de ambas plantas. Si bien el Ministerio de Economía no es el órgano que trata el conflicto con Uruguay, que está en manos de la Cancillería, el encuentro de Miceli con Wolfowitz (ver página 3) posibilitó un nuevo canal de diálogo. El canciller Jorge Taiana ya le había enviado una carta al titular del Banco Mundial a mediados de marzo pasado.