Sin tomar partido, los presidentes del Mercosur se pronunciaron sobre las hostilidades entre Israel y Hezbolá en el Líbano, que comenzaron hace diez días y que dejaron un saldo de más de 300 muertos. “Los mandatarios hacen un llamado al inmediato cese al fuego e instan a las partes involucradas a retomar en forma urgente las vías del diálogo y la negociación con vistas a una solución justa y definitiva del conflicto”, pidieron los presidente en el documento final. Por su parte, el presidente de Cuba, Fidel Castro, expresó su preocupación a su manera: “Yo creo que es brutal, yo nunca he sido antisemita, pero es brutal lo que están haciendo. Yo no soy antisemita”.

El presidente Néstor Kirchner había pedido al comienzo de la cumbre, como anfitrión y presidente pro témpore del Mercosur, que se incorporase al documento final una declaración conjunta sobre el conflicto bélico en el Líbano. “Queremos firmemente ayudar a encontrar los caminos que terminen con esas horrendas visiones que tenemos desde aquí y en cada lugar de nuestros países, que están viviendo hermanos que habitan otros lugares del mundo, que para nosotros son todos hermanos independientemente del credo, raza o religión que puedan tener”, se explayó Kirchner, quien consideró que las hostilidades “nos afecta profundamente”.

Kirchner pidió al resto de los presidentes “y a todos los que nos acompañan” que suscribiesen un comunicado conjunto para hacer un llamado “a la paz, a la solidaridad, a la convivencia, a la autodeterminación de los pueblos y al respeto de las libertades, que es la tarea fundamental por la que debemos trabajar todos”. En el documento final, los presidentes expresaron “su extrema preocupación por la dramática situación imperante en Medio Oriente y por la gravísima crisis humanitaria de la cual es víctima la población civil de la región”.

Por su parte, el Centro Simon Wiesenthal pidió al titular del Comité de Representantes Permanentes del Mercosur, Carlos “Chacho” Alvarez, que se mantenga el Tratado de Libre Comercio con Israel y no se tomen represalias contra ese país. La agrupación “Convocatoria No al Alca” había pedido que lo anulasen. “Cualquier parálisis o retroceso puede interpretarse, en las actuales circunstancias, como una voz de aliento para las organizaciones terroristas y para los Estados asociados a ellas, que pretenden borrar a Israel de la faz de la tierra”, manifestó el representante para América Latina del Centro, Sergio Widder. “La pretensión de anular los acuerdos entre el Mercosur e Israel constituye un llamamiento inaceptable a practicar un boicot contra un Estado democrático que ejerce una legítima defensa de sus ciudadanos”, afirmaron. “Aspiramos, en este espíritu, a que los países del Mercosur e Israel fortalezcan sus vínculos para el bienestar de sus respectivos ciudadanos. Será la mejor respuesta a quienes practican, apoyan o pretenden legitimar el terror”, agregó.

En tanto, el titular de la Liga de Amistad Libanesa-Argentina, Farid Chaer, informó que “hasta ahora han salido 65 argentinos hacia Chipre y Madrid, pero quedan 450 argentinos libaneses”. Aseguró que “la situación sigue siendo muy tensa” en Medio Oriente, y auguró que “ni Hezbolá ni Israel van a ceder”. Indicó que “ya hay unos 600 mil refugiados en el sur del Líbano” y que “el sesenta por ciento de ellos no pueden volver porque sus casas fueron destruidas” por los bombardeos israelíes.

“Lo que Israel no pudo aplicar con la diplomacia, lo está aplicando con la guerra”, destacó Chaer, en una comunicación telefónica con una radio desde el Líbano. Por último, remarcó que “los que sufren son los libaneses, que estaban empezando la temporada de verano y esperaban la llegada de 1,6 millón de turistas”.