“Voy a hacer campaña para que Cristina Kirchner sea la próxima presidente”, anunció Juan Schiaretti en uno de los salones de la Casa de Gobierno de Córdoba. Lo escuchaban periodistas y militantes peronistas que festejaban, ayer al mediodía el triunfo de su candidato a gobernador por un punto y una décima sobre su principal contrincante, Luis Juez. Quienes disfrutaban del tardío festejo –la mayoría, militantes delasotistas– le dedicaron todos sus cantos al intendente de la ciudad de Córdoba, pero aplaudieron tibiamente la definición que Schiaretti lanzó desde el micrófono.

A la hora de compartir el triunfo, el actual vicegobernador lo hizo con “todo el equipo de Unión por Córdoba, el gobernador (Juan Manuel) De la Sota y a la política del presidente Kirchner”. Cerca de él, estaba atento el secretario de Transporte nacional, Ricardo Jaime, uno de los armadores de la alianza cordobesa entre UPC y el Partido de la Victoria que desembocó con la inclusión de Héctor “Pichi” Campana como compañero de fórmula. Aunque Schiaretti insistió hasta el cansancio en que fue su decisión personal la que llevó al deportista a ocupar ese lugar en la boleta oficialista.

Los militantes delasotistas aplaudieron con más entusiasmo cuando Schiaretti dijo que siempre defenderá los intereses de Córdoba en la relación institucional con la Nación. Antes había reclamado lo que fue uno de sus caballitos de batalla durante la campaña electoral: “Discutir una nueva ley de coparticipación con la Nación, un fondo especial para obras públicas en la provincia y que se descuente de la deuda pública el 40 por ciento de más” que las provincias contrajeron con el Estado nacional con la pesificación tras la crisis de 2001 y el final del uno a uno.

Pero hasta última hora de la noche, la única señal que Schiaretti recibió desde la Casa Rosada fue el saludo del ministro de Interior, Aníbal Fernández, más allá del respaldo de Julio De Vido a través de la presencia de Jaime. Schiaretti sabe que la tortuosa relación entre De la Sota y Néstor Kirchner será uno de los principales escollos que deberá enfrentar.