Cristina Fernández de Kirchner y el canciller Jorge Taiana anoche separaron sus caminos. Mientras que la senadora volvió a Buenos Aires, al ministro le quedaba todavía un rato más en Europa. Hoy tenía pautada una reunión en Berlín con el ministro de Relaciones Exteriores alemán. Luego, inauguraría la semana del cine argentino en esa capital. Al otro día tiene agendado un encuentro en París y el lunes debe estar en Copenhague. Con los compromisos cumplidos, el miércoles próximo prevé llegar a Buenos Aires para recibir al presidente de Ecuador, Rafael Correa, que viaja en visita oficial.

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Ocurrió un tiempo atrás pero en la comitiva argentina se enteraron recién ayer, a través del embajador en Austria, Eugenio Curia. Resulta que luego de finalizada la cumbre de la Unión Europea, América latina y el Caribe, que se realizó en Viena el año pasado, sus autoridades decidieron dar un obsequio conmemorativo a quienes habían trabajado en ella. El recuerdo fue una foto de buen tamaño. Pero no fue de Tony Blair ni de Angela Merkel, ni de Hugo Chávez, ni de ninguno de los jefes de Estado que se congregaron allí. La foto inmortalizaba la imagen de Evangelina Carrozzo de atrás, sosteniendo el cartel contra la instalación de las papeleras. “Al parecer, ellos entendieron que había sido lo más importante que pasó en esa cumbre”, comentaba un funcionario argentino.

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Marcelo “El Loco” Bielsa, el ex técnico de la Selección Argentina y actual de la chilena, pasó ayer distraídamente frente al Hotel Sacher, donde se alojó la delegación argentina. Bielsa dirigió a Chile el martes, cuando le ganó a Austria 2 a 0. El técnico recibió el saludo de los periodistas argentinos y, enterado de que la candidata Cristina Fernández de Kirchner estaba justo en ese lugar, sólo dijo “ah, qué bien”, y siguió su camino apurado. Poco después, en la peatonal del centro vienés, estaba comprando el diario español El País.

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Siguiendo con el fútbol, Austria será justamente sede de la Eurocopa 2008. Así, mientras el resto de las selecciones europeas se encuentra jugando la clasificación para el certamen, Austria, ya clasificada por ser anfitriona, se dedica a los amistosos. El problema, que ya se convirtió en tema de debate nacional por aquí, es que Austria lleva perdidos ocho partidos seguidos, contando el último con Chile. Y lo peor es que en esos ocho partidos convirtió un solo gol. Los austríacos tienen miedo de hacer un papelón cuando les toque enfrentar a las selecciones más poderosas.