Las tasas de interés continuaron ayer en niveles altos, a pesar de una mayor calma en el mercado financiero internacional. El call (tasa interbancaria) rondó el 13 por ciento, apenas medio punto por debajo de la jornada anterior, por una nueva intervención del Banco Central. Una muestra de que la situación es complicada la dio la emisión de un fideicomiso, por parte de una cadena de electrodomésticos, que se comprometió a pagar una tasa del 21 por ciento anual por una colocación a tan sólo siete meses de plazo. Tanto en la autoridad monetaria como en la city creen que el costo del dinero se abaratará en las próximas semanas. El euro trepó a un nivel record.

El repunte de las tasas hizo caer al dólar. La cotización en el segmento mayorista volvió a ceder un centavo, a 3,15 pesos. En las casas de cambio, el billete verde se consiguió a 3,175 pesos, medio centavo más bajo que el día anterior. Al contrario de lo que sucedió hasta la semana pasada, ahora los bancos necesitan pesos y están desarmando sus posiciones en dólares. La intervención del Banco Central en el mercado de futuros, desarmando la bicicleta financiera que habían diseñado las entidades financieras, ayudó a enfriar la demanda de divisas. En las sucursales bancarias también aceptaron que, a diferencia de otras jornadas, se nota una menor demanda de dólares por parte del público minorista.

En estos momentos, el negocio de los bancos pasa por el mercado monetario y no tanto por el cambiario. El Banco Nación les presta fondos al 13 por ciento anual y las entidades colocan ese dinero entre empresas entre cuatro y seis puntos más caro.

Para abaratar el costo del dinero, el Central volvió a inyectar pesos. Fueron 235 millones a través de la colocación de pases activos (préstamos de cortísimo plazo) al 13/14 por ciento anual. También recompró Letras y Notas, emitidas por la propia institución, por un total de 94,9 millones de pesos.

En los despachos oficiales, no obstante, no ocultaban cierto fastidio por la colocación, al 21 por ciento anual, del fideicomiso de Garbarino por un total de 108 millones de pesos. Esa empresa consiguió financiamiento para poder prestarles a sus clientes, pero algunos funcionarios admitieron que semejante costo le pone un piso demasiado alto al costo del dinero. Antes de la agitación de los mercados internacionales, las empresas podían financiarse en un rango del 10 al 12 por ciento anual, la mitad que ahora. De todas formas, ese rendimiento es más bajo que el 25 por ciento comprometido la semana pasada por otra cadena, la red Megatone.

La perspectiva de que la tasa descenderá en las próximas semanas responde a dos hechos concretos:

- Se nota una recomposición de los depósitos en pesos. Ayer, la tasa promedio por las colocaciones superiores al millón de pesos rondó el 14 por ciento anual, con un descenso de un punto. Esta mejora está relacionada directamente con que hay una menor demanda de dólares.

- A fin de mes, el Banco Central tendrá más chances de emitir dinero para darle liquidez al mercado y lograr una caída en las tasas. Si no lo hace antes es porque Martín Redrado quiere cumplir con el programa monetario, y una emisión de dinero se lo impediría.

Las condiciones financieras también podrían mejorar a nivel internacional en las próximas jornadas. Los financistas descuentan que Estados Unidos bajará la tasa de interés el próximo martes. La duda es si lo hará en un cuarto o en medio punto. Frente a estas perspectivas, ayer se produjo un record en la cotización del euro frente al dólar. Terminó en 1,3914 por dólar.