“No nos engañemos: los médicos que se oponen a realizar el aborto no lo hacen por cuestiones médicas”, sostuvo el reconocido profesor de Ginecología y Obstetricia –ya jubilado– de la Universidad Nacional de Rosario Walter Barbato, al ser consultado por Página/12.

–¿Es riesgoso para la vida de la joven la intervención a esta altura del embarazo?

–Hay un principio general en medicina que dice que a mayor edad gestacional, mayor es el riesgo. Los médicos del Hospital San Roque, de Paraná, se están tomando de un argumento científico para cubrirse y no hacer el aborto. Riesgo en medicina hay siempre: una simple inyección puede dar un shock anafiláctico y llevar a la muerte. Si el hospital tiene los recursos que corresponde como un anestesiólogo, un banco de sangre, antibiótico-terapia, los riesgos disminuyen. Como ginecólogos y obstetras, a veces nos ha tocado una paciente con un embarazo que se detiene espontáneamente y la indicación en esos casos es evacuar el útero. ¿Qué tiene el útero? Una placenta, un cordón umbilical, líquido amniótico y un feto. Seguramente a los médicos del San Roque les han tocado casos así: es muy desagradable sacar un feto de esa edad.

–¿Entonces, no tiene mayores riesgos?

–Se puede hacer. No hay una contraindicación absoluta. Tiene que hacerse en un lugar adecuado, con los requerimientos básicos que demanda cualquier operación. Yo conozco al Hospital San Roque y los tiene. Oponerse a hacerlo es una forma más de obstaculizar ese aborto no punible. Están haciendo el mismo juego que hizo la defensora oficial en representación del feto, la jueza de Menores y el padre biológico. Lo que buscan es que finalmente no se pueda hacer. Sin dudas, no les importa la vida ni del feto ni de la chica. Es más, desearían que si se llega a hacer el aborto tuviera alguna complicación.